Se elevó la proyección de crecimiento para a economía peruana de 10% a 10.5% para este año. (Foto: GEC)
Se elevó la proyección de crecimiento para a economía peruana de 10% a 10.5% para este año. (Foto: GEC)

De acuerdo con el Marco Macroeconómico Multianual () 2022 - 2025 publicado este viernes en el diario oficial, la economía peruana crecería 10.5% en 2021, la tasa más alta desde 199; mientras que para el 2022, el crecimiento sería de 4.8%.

Cabe precisar que el Ministerio de Economía y Finanzas () tenía previsto un crecimiento de 10% para este año.

En 2022, la economía continuará dinámica y aumentaría 4.8% impulsada por el incremento del gasto privado, el avance de las exportaciones ante el inicio de producción de Quellaveco, y la mejora de la demanda externa, en un entorno de mayor control de la pandemia y vacunación masiva de la población.

Así, hacia la segunda mitad de año y en 2022, el PBI continuará recuperándose hasta alcanzar los niveles pre COVID-19, ante la mayor operatividad de las actividades económicas vinculadas al avance del proceso de vacunación y condiciones externas favorables.

En efecto, la demanda interna continuará recuperándose, a pesar de la disipación del efecto estadístico positivo y favorecido por la gradual recuperación de la confianza de los agentes económicos, debido a la flexibilización de las restricciones de las actividades económicas por el control progresivo de la pandemia y el avance en el proceso de vacunación.

Finanzas públicas e ingresos fiscales

Las proyecciones fiscales del presente MMM 2022-2025 se han elaborado de conformidad con el marco macrofiscal vigente para el Sector Público No Financiero (SPNF), así como de sus principios y lineamientos. De acuerdo con dicho marco, el Estado busca asegurar permanentemente la sostenibilidad fiscal, la predictibilidad del gasto público y el manejo transparente de las finanzas públicas.

Para la previsión del gasto público de 2022 a 2025, el MMM, priorizará servicios públicos intensivos en atención a la población como la educación y la salud, así como la inversión pública, con lo que se busca reducir las fragilidades expuestas por la pandemia y apoyará un proceso inclusivo de recuperación de la economía, en un marco de responsabilidad fiscal.

Según el documento, el gasto público será equivalente a 21.9% del PBI en 2022 y se estabilizará en 20.3% del PBI en promedio para el periodo 2023-2025, retornando así a sus niveles prepandemia, lo que configura un retiro gradual y ordenado del estímulo extraordinario desplegado ante la COVID-19.

En cuanto a la previsión de ingresos fiscales de 2022 a 2025, estos crecerían a un ritmo promedio de 4.9% real, lo que les permitirá expandirse de 19,9% del PBI en 2022 a 20.4% del PBI en 2025.

Esta previsión considera una normalización del crecimiento económico y de los precios de exportación a sus niveles de largo plazo en el horizonte de proyección, el registro de mayores pagos del impuesto a la renta asociados con el nuevo ciclo de producción de proyectos mineros, así como el efecto de la maduración de las medidas tributarias emprendidas desde 2018 para combatir la evasión y elusión


(Fuente: MMM)
(Fuente: MMM)
(Fuente: MMM)
(Fuente: MMM)

Desempeño 2021

En el caso del 2021, el crecimiento previsto para este año se debería al repunte de la en el primer semestre, asociada a una rápida recuperación de la demanda interna y un efecto estadístico positivo, a pesar de la implementación de una cuarentena focalizada y un polarizado proceso electoral.

En el 1S2021, el PBI creció 20.9%, siendo uno de los países con el mayor crecimiento a nivel global, a pesar de las medidas de restricción focalizadas implementadas por el Gobierno para frenar el avance del virus y la polarización en torno a las elecciones presidenciales.

El MMM, destaca el repunte de la demanda interna, principalmente, por el impulso de la inversión privada ante el dinamismo del mercado de viviendas y la continuidad de la construcción de los grandes proyectos de infraestructura; y la inversión pública asociada a la mayor ejecución de las obras en la reconstrucción del norte, y los proyectos del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad y los Proyectos Especiales de Inversión Pública.

Según la publicación, las mayores inversiones incidieron en la recuperación del consumo privado por un mayor gasto de los hogares vinculado a la mejora del mercado laboral. Por su parte, las exportaciones de bienes continuaron dinámicas ante la normalización de producción de la mayoría de los productos exportables y la recuperación de la demanda externa.