Los defensores de la diversidad han intentado durante dos décadas vender la idea de equidad de género en el mundo empresarial en lo que a cargos en directorios se refiere. Quizás en lugar de hacer eso deberían presionar a los legisladores.
Un nuevo estudio de Egon Zehnder señala que entre los países que tienen un promedio de tres o más mujeres en directorios de grandes compañías -que se considera el umbral en el que la diversidad comienza a generar mayores resultados- solo una cuarta parte opera en virtud de los sistemas de cuotas que exigen los gobiernos.
"Cuando observamos los puestos de las juntas directivas, solo una cuarta parte de ellos están ocupados por mujeres", declaró Cynthia Soledad, co-líder del consejo de diversidad de Egon Zehnder y una de las autoras del estudio. "Que la diversidad es algo positivo y beneficioso para todos debe ser más que un ejercicio intelectual o una alineación filosófica".
En EE.UU., las grandes empresas tienen en promedio 2.5 directoras y la representación femenina apenas ha aumentado desde el 2012, indicó Soledad.
No hay un requisito nacional para incluir mujeres en las juntas directivas, aunque este año California aprobó una ley que obliga a las empresas a tener al menos una mujer en sus puestos directivos con oficinas centrales en el estado de aquí a 2019 y tres en la mayoría de esas juntas para 2021.
A fin de que las juntas directivas incorporen más mujeres, las empresas tendrán que expandir su universo más allá de los presidentes ejecutivos y directores antiguos y actuales, dijo Soledad.
Algunas compañías se han mostrado dispuestas a nombrar mujeres que nunca han sido miembros de un consejo o que nunca han sido presidentas ejecutivas; sin embargo, la mayoría no lo hace, expresó.
Eso excluye a la mayoría de las mujeres, que conforman solo el 3.7% de los cargos de presidencia ejecutiva entre las 44 compañías analizadas en el estudio.