La próxima vez que reciba un correo electrónico que lo deje sin aliento, haga una pausa antes de responder. (Foto: Difusión)
La próxima vez que reciba un correo electrónico que lo deje sin aliento, haga una pausa antes de responder. (Foto: Difusión)

A todos nos ha pasado. Abrimos nuestra bandeja de entrada con un estado de ánimo tranquilo y luego... ¡pow! Un correo electrónico perturbador entra en nuestro mundo. Ya sea que el mensaje sea crítico, hostil, grosero o amenazante, nuestras mentes racionales son secuestradas a medida que nuestras emociones corren hacia el frente.