Hay un rasgo de superpotencia subestimado, inadvertido y poco apreciado que poseen las personas más exitosas. (Foto: MorgueFile)
Hay un rasgo de superpotencia subestimado, inadvertido y poco apreciado que poseen las personas más exitosas. (Foto: MorgueFile)

Muchas veces solemos pensar que las estrellas de Hollywood, los empresarios multimillonarios, los famosos atletas y otros que tienen un éxito sorprendente llegaron a donde están de manera fácil; que su riqueza, poder, prestigio y estatus lo obtuvieron de la noche a la mañana. Vistos desde lejos, pensamos que fue un golpe de suerte y que estuvieron en el lugar correcto en el momento adecuado.

Pero en realidad es que la mayoría, sino todas, las personas exitosas han tenido que superar numerosos fracasos. La cualidad secreta que poseen es la capacidad de recuperación: la capacidad de recuperarse cuando fueron derribados, la resistencia mental para superar el rechazo, la inteligencia emocional para ver más allá de los aborrecedores y la confianza para creer en sí mismos cuando nadie más lo hace.

Uno de los tantos ejemplos que se puede mencionar es el caso de JK Rowling. Personalmente pasó varias dificultades, entre ellas, la depresión y el ser madre divorciada; además, no provenía de una familia con riquezas y privilegios. Después de escribir Harry Potter, ahora es una de las mujeres más ricas del mundo. La escritora afirma: "Es imposible vivir sin fallar en algo, a menos que vivas con tanta cautela que es posible que no hayas vivido en absoluto, en cuyo caso, fallas por defecto".

Otro ejemplo sería Oprah Winfrey, hija de una madre soltera adolescente que creció en la pobreza en las zonas rurales de Mississippi. Enfrentó crueles dificultades cuando era niña, incluida la violación, el embarazo en la adolescencia y la muerte de su hijo en la infancia. Winfrey cree: "No hay tal cosa como el fracaso. El fracaso es solo la vida tratando de movernos en otra dirección".

Michael Jordan, uno de los mejores jugadores de baloncesto de todos los tiempos, que fue eliminado de su equipo de la escuela secundaria, dijo una vez: “He perdido más de 9,000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. En 26 ocasiones, se me ha encomendado que tome el tiro ganador del partido y lo perdí. He fallado una y otra vez en mi vida. Y por eso tengo éxito”.

Si las personas más exitosas del mundo han enfrentado difíciles pruebas y al final han triunfado, ¿por qué uno debería evitar sus propios desafíos? Además, ¿por qué debería también tener éxito? En la búsqueda del éxito usted se enfrentará obstáculos, prejuicios, discriminación y traiciones. Y no solo es usted, nos pasará a todos. Estos impedimentos no tienen por qué detener su ambición, señala un artículo de la revista especializada Forbes. Y tiene toda la razón.

Ya sea que esté buscando un nuevo trabajo, avanzando en su carrera o persiguiendo un esfuerzo empresarial, salga con confianza, pero reconozca que, a veces, fallará y, muchas veces, fracasará de la peor manera. Tenga en cuenta que todo es parte del juego. La clave es recuperarse, no importarle lo que piensen o digan los demás y comenzar de nuevo.

“Es fácil deprimirse, abatirse, perder la confianza en sí mismo y rendirse. Solo quiere renunciar y poner fin a la tortura. No se rinda. El fracaso duele, no es divertido, pero si quiere hacer algo de su vida, entienda que es parte del proceso”, señala Jack Kelly, reclutador de trabajadores y colaborador de Forbes.

La capacidad de recuperación que tenga una persona será el punto clave para lograr el éxito, esto le permitirá abrazar la creencia de que puede lograr cualquier cosa que se proponga. No ponga excusas y no se detengas en errores del pasado. Si cree que puede mejorar su vida, lo hará.

¿Cómo debe actuar una persona que busca el éxito?

  • Piense positivo.
  • Tome acciones asertivas y audaces todos los días hacia sus metas.
  • Si llegan malas noticias o contratiempos temporales, sé resistente y no abandone la pelea.
  • Permanezca enfocado.
  • Recuerde siempre sus metas a largo plazo.
  • Mantenga la confianza en sí mismo.
  • Permanezca firme y concentrado, incluso cuando nada le vaya bien.
  • Siga intentando, incluso si sigue fallando.
  • Nunca pierda su sentido del humor o sentido del propósito.
  • No deje que las derrotas lo cambien.
  • Manténgase motivado.
  • Olvide los errores pasados y avance audazmente con confianza.