Hoy empieza la primera edición de CADE Jóvenes Líderes 2020, organizado por IPAE Asociación Empresarial, con el objetivo de promover el diálogo y la integración de ideas para contribuir con el desarrollo sostenido del país.
Los jóvenes enfrentan, hoy más que nunca, un mundo y un ambiente laboral cambiantes. Rodrigo Isasi, presidente de CADE Jóvenes Líderes, considera que la principal característica que deben tener los jóvenes es “comprarse un problema y hacerse protagonistas”.
“Hay una demanda por capacidades duras, relacionadas a la evolución tecnológica y a los nuevos modelos de organización, que retan a las universidades y a las organizaciones en cómo están formando al talento. Pero la coyuntura de inequidad y de problemas de sostenibilidad del país y del mundo, llevan a una demanda de esta generación de tomar acción”, precisa Isasi.
El presidente de CADE Jóvenes Líderes explica que hay tres niveles de nuevas competencias: las capacidades para manejar un mundo enmarcado por la tecnología, la forma de trabajar y colaborar que lleva a nuevos modelos organizacionales y de negocios, y el propósito o el conectar lo que se hace a una causa mayor. “Son tres elementos que van a estar presentes a lo largo de toda la vida profesional”, asegura.
Isasi señala que las empresas están empezando a migrar de ser muy verticales a ser más colaborativas y abiertas, lo que implica, por ende, una mayor colaboración. Así, se potenciará el trabajo independiente, el trabajar para dos o más organizaciones en simultáneo, y el trabajo multidisciplinario.
Por eso, las principales habilidades que se buscan son el aprendizaje continuo y autónomo, sin que el empleador espere que la compañía le ofrezca algo. “Se va a requerir que uno aprenda nuevas cosas todo el tiempo y que colabore con gente. Eso también va a demandar una mayor exigencia y responsabilidad de uno mismo para profundizar sobre su propia disciplina. Los jóvenes deben tener como principal característica el hacerse dueños de su desarrollo”, revela Isasi.
Esta tendencia reta a la academia y a otros modelos de educación, fuera del mundo académico tradicional, como comunidades de aprendizaje, modelos basados en microcertificaciones o life long learning.
Además, Isasi considera que hoy hay mayor conciencia de pertenecer a un mundo global y conectado, y se deja de lado el individualismo de las generaciones anteriores. “Un factor clave de éxito es que los jóvenes puedan ver más allá de su propia realidad y puedan buscar impactar a la sociedad, una característica que está moviendo a las organizaciones hoy día también”.