El sector agroindustrial ha sido uno de los más dinámicos en los últimos años.
Así, según datos presentados por el Ejecutivo al Congreso, en base a la planilla electrónica, en la última década el nivel de empleo en este sector creció a un ritmo promedio de 5% anual.
A la fecha, se estima que son más de 360,000 los empleos que se generan en la agroindustria. Y solo tomando en cuenta el último año, se crearon más de 13,000 nuevos empleos en este sector, respecto al 2019 (ver cuadro).
No obstante, la nueva ley aprobada en el Congreso que, entre otras medidas, fija el pago a los trabajadores de un bono adicional del 30% de la RMV, cambiaría la tendencia de crecimiento del empleo formal en este sector en los próximos meses, advirtieron analistas.
El mayor costo laboral generaría que muchas empresas, sobre todo las más pequeñas, pasen a la informalidad; y también se frenarían las nuevas inversiones en el sector, indicó el economista Marco Vinelli, director del programa de maestría de agronegocios de Esan y ex funcionario del ministerio de Agricultura.
“Lamentablemente el tema se politizó y el Congreso no es el espacio para discutir aumentos salariales ni bonos”, subrayó.
En ello coincidió el economista Elmer Cuba, quien refirió que algunas empresas formales, las más grandes, van a poder acusar el golpe, seguir operando y los trabajadores de esas empresas van a ganar un 30% más.
“El resto de empresas que no van a poder pagar, el grueso de microempresas, se va a pasar a la informalidad y algunas van a cerrar. Ese ha sido el logro final de esta norma”, advirtió Cuba en RPP.
La incertidumbre sobre el futuro del sector llega cuando estaba pasando por uno de sus mejores momentos.
“En este año crítico, la agroindustria era el único sector que estaba aumentando los niveles de contrataciones y sirvió para absorber parte de los puestos perdidos en otros sectores (producto de la crisis por el COVID-19). Se ha atacado al sector que generaba empleo”, lamentó Vinelli.