Estaciones de servicio. En Lima hay alrededor  de 320 que venden GNV.  (Foto: GEC)
Estaciones de servicio. En Lima hay alrededor de 320 que venden GNV. (Foto: GEC)

Cuando este año se proyectaba la primera caída en la venta de Gas Natural Vehicular (GNV) desde su llegada al Perú, en el 2005; el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) modificó el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) y le redujo la tasa de 10% a 0% para aquellos vehículos que sean convertidos a gas natural en el país.

Así, con este cambio tributario, se abre un nuevo escenario para la venta de GNV en el país, así como para su masificación en el parque automotor con la utilización de energías limpias. ¿Se logrará masificar el uso del GNV en el Perú? Gestión conversó con algunos expertos para tener más luces sobre el tema.

¿Cuestión de precios?

Anthony Laub, socio de Laub & Quijandría, saluda la medida, pues considera que toda eliminación de impuestos es positiva. Sin embargo, señala algunos factores que invitan a esperar la posible reacción del mercado. Por ejemplo, señala que los costos de convertir un vehículo a Gas Licuado de Petróleo (GLP) son más baratos que la conversión a GNV. Según consultó Gestión.pe, la conversión a GLP cuesta un promedio de S/ 2,350, mientras que la conversión a GNV cuesta S/ 2,800 en promedio.

“Con un precio de GLP bajo, y con los vehículos que prefieren convertirse a GLP antes que a GNV porque es relativamente más sencillo y es más barato, no solo es una cuestión de cuanto me cuesta el combustible, sino de cuánto me cuesta hacer el cambio”, indicó Laub a Gestión.

A ello, se agrega el costo del combustible en sí. Por ejemplo, en base a los precios de Facilito, uno encuentra que en el grifo Diana, en La Victoria, el precio del GLP es de S/ 1,25, mientras que el precio del GNV tiene un precio de S/ 1.42.

“El marcador natural del GLP es el petróleo. Si es que el precio internacional del petróleo se mantiene bajo, el GLP se mantiene competitivo. Cuando cambia el escenario es cuando el GLP sube a consecuencia de la subida del petróleo”, apunta Laub.

Sin embargo, Renato Lazo, gerente general de la Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú (AGESP), señala que, aunque los precios no parezcan, el GNV sigue siendo más barato que el GLP. Señala que el problema radica en la unidad de medida. Mientras que en los grifos el GNV se oferta en metros cúbicos, el GLP se oferta en litros.

“El gas natural todavía es más barato que el GLP. Lo que importa es la energía calórica. Esa energía calórica es mayor en un metro cúbico de GNV que en un litro GLP porque un metro cúbico es más que un litro. Se compra más energía en un metro cúbico de GNV que cuando compro un litro GLP”, asegura Lazo.

Por ello, plantea como medida complementaria a la eliminación del ISC, el Estado también planteé la venta de combustible en los grifos en base a una unidad de medida única, lo cual ayudaría a sincerar precios de combustibles.

Además, explica que los costos de conversión de GLP (estado líquido) son más baratos que el costo de conversión a GNV (estado gaseoso) debido a que este último requiere balones de mayor grosor por su condición de ser gas comprimido.

Descentralización del GNV

Según estadística de AGESP, existen 323 grifos que distribuyen GNV a nivel nacional, de los cuales 287 se encuentran en Lima y Callao, mientras que los 36 restantes se encuentran en el interior del país.
Para Aurelio Ochoa, consultor energético y expresidente de Perupetro, la eliminación del ISC para los vehículos que se conviertan a GNV no solo se trata de un incentivo positivo para los usuarios, sino también para las inversiones. Ochoa considera que se podría descentralizar la distribución del GNV y podrían abrirse más gasocentros en el interior del país.

“Ahora si resulta atractivo para los inversionistas salir de Lima. Esto podría promover la instalación de gasocentros. En un principio no será tan rápido se va adecuar, pero diría que esto va a reactivar el mercado del GNV e incluso inversionistas regionales. Actualmente, el consumo es relativamente pequeño y hay capacidad para afrontar cualquier crecimiento de la demanda”, señala.

En cuanto a capacidad de atención, Renato Lazo, de AGESP, señala que los grifos de GNV cuentan con capacidad para atender hasta a 1,000 vehículos diarios. Sin embargo, en la actualidad, y debido a la caída de las conversiones de vehículos, se atienden unos 600 diarios. Por lo tanto, en los grifos de GNV disponibles hay capacidad para atender hasta un 40% más de vehículos.

A nivel de volumen, según cifras del gremio, en el mes de mayo los grifos de GNV distribuyeron un promedio de 6,800 metros cúbicos de GNV. Mientras que los grifos del interior del país ofertaron 2,000 metros cúbicos de GNV.

La masificación del gas, un reto pendiente

Lazo agrega que para que se generen nuevos gasocentros en el interior del país, el sector privado necesita que la masificación del gas natural avance y llegue cada vez a más lugares a través de ductos, pues para los grifos no resultaría rentable la venta de GNV a través de gasoductos virtuales (camiones), lo cual genera el GLP se vuelva más competitivo en provincias.

“El GNV no va a poder llegar a precio competitivo por gasoducto virtual, salvo que sea subvencionado porque por costo tecnológico no va a poder. El GLP puede llegar más barato a cualquier lugar porque ocupa menos espacio en el cilindro (de un camión). Siempre está en el estado licuado (líquido) y lo puedo transportar a un costo muy barato porque no necesita un cambio tecnológico para ser transportado. El gas natural lo tengo que licuefactar a -165° (para convertirlo en estado líquido) y esa es la tecnología que cuesta”, apunta Lazo.

“Lo cierto es que para esas zonas llega con mucha más facilidad el GLP que el gas natural. Lo esperable es que el GLP cubra esos vacíos en zonas donde no hay gas natural de forma regular. Por ello, lo esperable es que los vehículos se transformen a GLP y no a GNV”, complementa Anthony Laub.

Laub también apunta que, por haber menor oxígeno, el GNV también tiene problemas de combustión en las ciudades de altura. Por lo tanto, también debe ser un factor a considerar si es que se busca masificar el uso del GNV en el país. “A lo mejor en altura sigue siendo un mejor negocio usar GLP. El mercado lo va a ir diciendo naturalmente”, señala.

Sin embargo, Renato Lazo agrega que ya existen equipos de conversión de primer nivel los cuales pueden solucionar las deficiencias técnicas que pueda haber con el GNV en ciudades de altura. Además, agrega que el problema no es solo de los motores con GNV, sino de todos aquellos que necesitan hacer combustión en la altura.

Así las cosas, los expertos coinciden en que, a pesar de la eliminación del ISC para los autos que se conviertan a GNV, aún quedan retos pendientes si es que el Estado peruano, como parte de su política energética, busca promover el uso de este combustible en su parque automotor a nivel nacional.