El incremento en los contagios por la pandemia elevó los costos de las prestaciones médicas, comportamiento que se refleja en mayores precios por el servicio privado de salud brindado al público.
“Hay una inflación clínica grave, algunas fuentes recurrentes de ingreso por atención de dolencias menores desaparecieron, mientras que los costos por implementación de medidas de seguridad contra el covid-19 se elevaron”, señaló a Gestión el vicepresidente ejecutivo de Mapfre, Mario Paya.
Por tanto, las prestadoras privadas de salud –clínicas y centros médicos- están subiendo precios significativamente pues sus balances están muy afectados, agregó.
Afirmó que dicha inflación médica, que representa un aumento en los costos del servicio de salud, se explica por la menor eficiencia en la prestación del servicio.
Rezago
“Con el mismo esfuerzo que en prepandemia se atiende (ahora) a menos personas, las consultas virtuales o presenciales son más largas y el tiempo de uso de una sala es mayor porque incluye un proceso de desinfección”, acotó.
Según Mercer Marsh Beneficios, en el 2019 hubo un encarecimiento de 7% en el servicio de salud, casi tres veces más que la tasa de inflación del país en ese entonces (2.5%) y se esperaba un incremento mayor para el 2020, estimación que no incluía una eventual pandemia.
La siniestralidad por covid-19 aumentó aunque se compensó con el retraso en la atención de dolencias leves, indicó el ejecutivo de Mapfre.
Sin embargo, el rezago en la atención de urgencias menores está originando una “bolsa de siniestros” que, cuando se controle el virus, deberá ser atendida, ante lo cual las compañías de seguros están provisionando recursos, aseveró.
Las personas son conscientes que la pandemia representa un riesgo elevado, por lo que la contratación de seguros de salud se expandió entre junio y agosto, aunque viene desacelerándose pues no todos pueden adquirir una póliza, agregó.
Guerra
Paya sostuvo que la fuerte caída en ingresos y rentabilidad de las compañías aseguradoras generará una competencia en precios entre esas empresas.
“Durante el 2021, la expectativa es que en los riesgos no tan vinculados al reaseguro, como los seguros personales, la guerra de precios será muy intensa, por lo que las reducciones de precio afectarán los ramos de automóviles, hogar y SOAT”, estimó.
En el ramo de salud no necesariamente bajarán precios, pero se desacelerará el incremento que vienen reportando, añadió.
Reaseguro
Consideró que en riesgos generales, que incluyen los seguros industriales, la subida de precios será inevitable en línea con una tendencia mundial.
“El volumen de primas en este ramo se incrementa, pero no por mayor contratación del seguro sino por el incremento en su tarifa; muchas empresas cerraron o paralizaron operaciones, lo que redujo la adquisición de una cobertura”, expresó Paya.
En tanto, las compañías de reaseguro, con las que se comparte el riesgo de las primas emitidas a grandes empresas, están siendo golpeadas por la reducción de sus ingresos y el aumento de costos, efecto que transmite a las aseguradoras e incrementa el precio de la prima para industrias y negocios, refirió.
“También hay una tendencia subterránea, pero obvia, que es el cambio climático; son miles de pequeños siniestros que sumados a las bajas de tasas de interés impactan en los ingresos de las reaseguradoras”, agregó.
Primas
A octubre, las primas del sector asegurador bajaron 3.4% anual, según datos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
Sin embargo, en un análisis desagregado, en el ramo de vehículos decrecen 16%; accidentes personales, 20%; multiseguros, 25%, y vida individual, 14%.
“Si bien hay un impacto fuerte en los ingresos, el ramo de salud sube rápidamente y en el cómputo global no parece que el golpe sea severo; pero está oculto”, enfatizó.
Asimismo, los beneficios netos de las compañías de seguro caen casi 27%, mientras que la rentabilidad bajó de 19.26% a 13.34%, en el mismo periodo.
Se encarecerán los seguros que cubren los créditos
El seguro de desgravamen, que protege los créditos otorgados por las entidades financieras, “tuvo un impacto brutal en la siniestralidad, la cual es altísima y sin precedentes en el mercado peruano”, dijo Mario Paya, de Mapfre.
Durante el año mucha gente falleció por covid-19 y dejó de pagar sus préstamos, agregó.
Los ingresos totales del sector asegurador y de este tipo de seguro decrecen ante la menor actividad económica, y la caída del consumo también reduce la intención de financiamiento de los usuarios, mientras que los precios de la póliza están elevándose y seguirían con esa tendencia el próximo año, sostuvo.
Asimismo, comentó que el ramo de sepelios no registró una mayor contratación pese al incremento de decesos.
Según Mapfre, la pandemia viene afectando económicamente a nichos de mercado específicos, cuyos consumidores no pueden costear el seguro pues tienen otras prioridades.