Redacción Gestión

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México, (AFP).- Gigantes como los estadounidenses ExxonMobil y Chevron o la británico-australiana BHP Billion decidieron finalmente no participar este miércoles en la primera licitación petrolera en en casi 80 años, en la que un consorcio liderado por una firma local se llevó el primer contrato.

Un total de 18 firmas petroleras individuales y siete consorcios habían clasificado para participar en este concurso, que está siendo celebrado en un evento público, pero finalmente sólo nueve de ellos presentaron ofertas.

De estas nueve, entre las que están la noruega Statoil, la italiana ENI y la india ONGC Videsh Ltd, ninguna presentó ofertas para el primero de los 14 bloques que serán licitados en la jornada.

En la segunda puja se presentaron sólo dos ofertas y el bloque fue entregado a un consorcio encabezado por la mexicana Sierra Oil& Gas.

Esta jornada de licitación es el punto culminante de la reforma energética promulgada en 2014 por el presidente Enrique Peña Nieto que abrió el sector petrolero a las compañías privadas por primera vez desde la nacionalización de 1938.

Esta reforma ha sido la medida económica estrella de la presidencia de Peña Nieto, que espera que la entrada de compañías privadas aporte una inyección de inversiones para reflotar la decaída producción petrolera mexicana.

La apertura del sector petrolero fue férreamente resistida por la izquierda mexicana, que lo considera un símbolo de la soberanía nacional.

Para Daniel Sanchez, experto en energía en Mexico y socio de la firma internacional White & Case, la ausencia de algunos gigantes petroleros en la puja del miércoles no implica un desinterés por entrar al mercado mexicano.

"Ya se esperaba que hubiera muy poca atención por estas empresas grandes. Tal vez ellos tiene interés en otros paquetes que vienen posteriormente en aguas profundas", señaló el experto a la AFP.

La licitación de este miércoles es la primera de cinco que comprenden la llamada Ronda Uno. En esta puja se están subastando 14 bloques en aguas poco profundas del Golfo de México (este), con una superficie de unos 4.200 km2 y valorados en unos 17.000 millones de dólares.

En las siguientes licitaciones de la Ronda Uno se ofrecerán contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos en aguas profundas, en yacimientos no convencionales y en tierra.

– Primer contrato para México –

El secretario (ministro) de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, había advertido que difícilmente se iban a adjudicar todos los bloques del miércoles y calculó que se entregarían entre el 30% y el 50%.

El primer contrato fue otorgado a un consorcio encabezado por la mexicana Sierra Oil& Gas e integrado por las firmas Talos y Premier Oil.

El consorcio, que ofreció una utilidad de 55,99% al Estado mexicano, se llevó el segundo de los 14 bloques ofrecidos, ya que el primero quedó desierto. El bloque entregado es para la exploración y explotación de aceite ligero y gas en 195 km2 de aguas poco profundas del Golfo de México.

Las siguientes pujas quedaron desiertas. En la tercera no hubo ofertas y en la cuarta la propuesta que presentó un consorcio liderado por la estadounidense Murphy Worldwide no alcanzó la oferta mínima que requería el gobierno.

"No vamos a malbaratar los recursos petroleros de la nación", había avisado Coldwell.

El gobierno espera que este evento de un breve respiro de la humillación sufrida este fin de semana con la fuga del más poderoso capo narcotraficante mexicano, Joaquín "El Chapo" Guzmán, de un penal de máxima seguridad, su segunda evasión en 14 años.

– Impacto de acuerdo iraní –

Los analistas han señalado que la fuerte caída de los precios mundiales del petróleo en el último año ha afectado los planes de las compañías energéticas.

Raymundo Tenorio, experto en energía de la universidad privada Tecnológico de Monterrey, dijo que el acuerdo nuclear sellado el martes por Irán y las potencias mundiales también podría afectar la subasta, ya que levanta las sanciones y agrega 1,5 millones de barriles de crudo diarios al mercado.

"Este anuncio debilita la capacidad de negociación de México", indicó el experto a la AFP. "Si se coloca únicamente la mitad de licitaciones, sería un éxito" ante el entorno actual.

Tras las adjudicaciones del miércoles, las empresas deberán mostrar sus garantías financieras en un plazo de 48 horas y los contratos deberán firmarse antes del 21 de agosto.

El gobierno espera que la llegada de inversiones extranjeras compense el declive de la industria petrolera de México, que años atrás estuvo entre los primeros tres productores mundiales de crudo y ha caído al noveno.

La producción de la estatal Pemex, que genera un tercio de los ingresos del presupuesto público mexicano, ha declinado desde su tope de 3,4 millones de barriles diarios de 2004 a los 2,3 millones del primer trimestre de 2015.