Los operadores estadounidenses de los mayores centros petroleros del país han suspendido con cautela las importaciones de las empresas rusas, a pesar de que la Casa Blanca ha dicho que las ventas de crudo no son el objetivo de las sanciones.
La respuesta de los operadores significa que las sanciones han sido más perturbadoras de lo esperado para los mercados energéticos tras la invasión rusa a Ucrania.
Los futuros del crudo se han disparado por encima de los US$ 100 el barril a pesar de que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN aún no han bloqueado las ventas de petróleo ruso, preocupados por la inflación.
“La gente no está tocando los barriles rusos. Puede que veas algunos en el agua ahora, pero fueron comprados antes de la invasión. No habrá mucho después de eso”, dijo un operador del puerto de Nueva York.
“Nadie quiere ser visto comprando productos rusos y financiando una guerra contra el pueblo ucraniano”, añadió.
Justamente, el gobierno del presidente Joe Biden ha declarado que podría bloquear el petróleo ruso si Rusia continúa su agresión contra Ucrania.
Los ejecutivos de las empresas y los operadores individuales en los centros de Nueva York y el Golfo de Estados Unidos dicen que les preocupa que la Casa Blanca pueda autorizar movimientos adicionales, y también que no quieren ser vistos como que están financiando la invasión.
Rusia y su rol petrolero
Rusia es uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo, y envía entre cuatro millones y cinco millones de barriles diarios de petróleo, y entre dos millones y tres millones de barriles diarios de productos refinados a otros mercados. El país invadió Ucrania la semana pasada, lo que provocó sanciones internacionales y una condena internacional. Moscú califica la acción de “operación especial”.
Las finanzas son otro factor. Desde que Estados Unidos y sus aliados bloquearon el acceso de algunos bancos rusos al sistema de pagos Swift que ayuda a que el comercio internacional fluya sin problemas, las empresas rusas han tenido dificultades para encontrar ofertantes para su petróleo y petroleros que lo transporten.
Washington y sus aliados aún no han publicado una lista de los bancos que se verán afectados por el bloqueo del Swift, una incertidumbre que ha alejado a los posibles compradores del mercado.
Estados Unidos compró en promedio unos 76,000 barriles de crudo al día a Rusia en el 2020, según datos del Departamento de Energía estadounidense, menos de lo que compró a varios países como Canadá y México. Estados Unidos es uno de los principales importadores de fueloil y gasóleo de vacío ruso, según los datos de los operadores y los sistemas de seguimiento de buques de Refinitiv Eikon.
Sarah Emerson, presidenta de ESAI Energy, afirmó que no es de extrañar que las casas comerciales y las refinerías rehúyan el petróleo ruso, dada la falta de claridad en torno a las sanciones a la banca y otras medidas que dificultan las transacciones.
Alrededor del 10% de las exportaciones de petróleo de Rusia se han visto afectadas, según las primeras estimaciones de la ESAI. Sin embargo, la gran presencia de Rusia en el mercado mundial hace improbable que pueda quedar totalmente fuera.