Redacción Gestión

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WASHINGTON (AP) — Todo lo bueno, lo malo y lo impredecible converge en la implementación de la nueva en momentos que la cobertura comienza oficialmente, junto con un impopular mandato y el peligro de más afectaciones.

Los cambios son una mejora sustancial para algunos, entre ellos Howard Kraft, de Lincolnton, Carolina del Norte. Una dolorosa lesión espinal le impide trabajar como maletero en un hotel. Pero ahora tiene cobertura médica porque la ley federal prohíbe a las aseguradoras rechazar a personas que ya padezcan de alguna enfermedad.

"No soy una de esas personas que tiene cobertura porque me obligan", dijo Kraft. "La necesito para vivir".

Pero lo que resulta positivo para millones como Kraft otros los ven como una imposición: exigir que virtualmente todas las personas del país tengan cobertura médica, ya sea a través de su trabajo, un programa del gobierno, o la compra directa de un plan de seguro.

Pero los titulares que genere la nueva ley de servicios médicos a principios de 2014 pudieran salir de las consecuencias impredecibles del desorganizado debut del programa.

Los problemas de inscripción en el portal HealthCare.gov parecen haber sido resueltos en su mayoría y 2,1 millones de personas se han inscrito. Pero los aseguradores dicen que siguen recibiendo miles de inscripciones erróneas del gobierno.

Eso significa que a principios de año algunos pacientes asegurados pudieran a la farmacia a comprar un medicamento por receta, o presentarse en emergencias con un problema de salud repentino, y les digan que no hay registro alguno de que estén asegurados.

Una de las mayores preocupaciones es ciertos registros de inscripción que los aseguradores llaman "huérfanos" y "fantasmas".

Los "huérfanos" son inscripciones de las que el gobierno tiene registro, pero no aparecen en los sistemas de las aseguradoras. Las compañías de seguro dicen que esos clientes nunca abandonaron el "orfanato" del gobierno para "irse a vivir" con la aseguradora que escogieron.

Los "fantasmas" son nuevos clientes, las aseguradoras tienen sus registros, pero misteriosamente la información no aparece en las computadoras del gobierno.El gobierno federal dice que la cantidad de esos errores se ha reducido significativamente y las aseguradoras concuerdan. El asunto es que el volumen de inscripciones ha aumentado, lo que significa que incluso con un índice bajo de errores, la cantidad de casos problemáticos sigue aumentando. Y no hay forma de solucionar esos problemas con rapidez.

"Algunas personas van a comenzar a usar su cobertura el 1 de enero", dijo Mark McClellan, quien supervisó el lanzamiento del programa de medicamentos por receta del Medicare, que también tuvo sus problemas. "Pero algunas personas ya inscritas van a tener problemas, y no se solucionarán a corto plazo. Eso sería particularmente negativo para los que están en medio de un tratamiento".

Previendo la situación, grandes cadenas de farmacias como CVS y Walgreens han anunciado que ayudarán a los clientes con problemas de cobertura y que incluso les ofrecerán medicamentos sin insistir en que paguen de inmediato. Muchas farmacias independientes también están listas para ayudar.

Phil Schiliro, asesor de servicios médicos de la Casa Blanca, dijo el martes a los reporteros que el gobierno está trabajando con las aseguradoras y proveedores de servicios médicos para minimizar los problemas "mientras hacemos frente a lo que siempre serán problemas inesperados en una transición".

Obama había previsto que la implementación de los principales beneficios de la ley en 2014 sería como un seminario nacional que presentara su filosofía de que el gobierno puede y debe ayudar a la clase trabajadora en medio de una economía complicada.

La meta era que en las elecciones de medio término, los demócratas pudieran señalar a millones de personas aseguradas con la nueva ley, gracias a planes privados subsidiados y una versión ampliada del Medicaid. Y los medios presentarían casos de personas para quienes la nueva ley sencillamente era la salvación.

Eso está sucediendo, pero parece que sólo es parte de la historia, acompañada por la versión de los republicanos de que el llamado Obamacare es un programa que refleja la ineptitud del gobierno y es algo fuera de control.

Aunque la meta expresa de la ley era dar cobertura a los no asegurados, a por lo menos 4.7 millones de personas les cancelaron sus pólizas porque no cumplían los nuevos requisitos. Eso obligó a que el presidente se disculpara, y todo después de prometer que los que quisieran quedarse con el plan médico que ya tenían, lo podrían hacer. El gobierno dice que cree que la mayoría de esas personas ya tienen nueva cobertura.

Los que tenían seguro médico en sus centros de trabajo también están preocupados. Una encuesta reciente de The Associated Press-GfK concluyó que la mayoría de las personas a quienes su empresas les han reducido la cobertura culpan a la nueva ley, aunque las compañías ya estaban cobrando más a los trabajadores por el seguro médico antes de aprobarse la nueva ley.

Así las cosas, el debate podría durar años.