La agencia de calificación de deuda Standard & Poor’s (S&P) indicó que sigue viendo “muy probable” que el endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande incurra oficialmente en el impago de sus obligaciones, ya que su principal modelo de negocio “está muerto”.
En un informe publicado hoy, S&P da respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes sobre la situación de Evergrande, y asegura que “su mayor prueba” vendrá en marzo y abril del 2022, cuando tendrá que afrontar el pago de US$ 3,500 millones de bonos ‘offshore’.
En las últimas semanas, el conglomerado se ha situado varias veces al borde del impago de sus bonos cotizados en el extranjero, entrando en prórrogas para abonar las cantidades adeudadas a sus inversores tras no hacerlo en la fecha acordada, aunque por el momento no ha incumplido de manera definitiva ninguna de sus obligaciones.
“Creemos que el Gobierno (chino) quiere corregir (la situación de) Evergrande de manera controlada, o permitir que se produzca un proceso ordenado de reestructuración de deuda”, apunta S&P.
La prioridad de las autoridades, recuerda el documento, es que la compañía -y también otras promotoras en apuros financieros- termine de construir las viviendas que ya ha vendido sobre plano, que los analistas estiman en 1.3 millones, para “proteger los intereses de los compradores”.
Según S&P, Pekín también da importancia a que Evergrande pague a sus proveedores “y a otras empresas pequeñas que le prestan apoyo”.
Aunque el conglomerado todavía cuenta con “abundantes activos” que puede vender para hacer frente a los pagos de los bonos u otras obligaciones a medida que vayan venciendo, S&P no cree que vaya a solucionar así sus problemas: “En algún momento, la enorme deuda acabará por alcanzar a Evergrande”.
La agencia cree que es “improbable” que la inmobiliaria pague la totalidad de sus deudas porque “ha perdido la capacidad de vender nuevas viviendas, lo que significa que su principal modelo de negocio está muerto”.
Según los datos de la compañía, el pasivo total del grupo ascendía a finales de junio a más de US$ 300,000 millones, de los que US$ 37,000 millones corresponden a préstamos por devolver antes de que termine el primer semestre del 2022.
Evergrande sigue sumida en sus intentos por deshacerse de activos para recaudar fondos, y hoy anunció la venta de todas sus participaciones en el “Netflix chino” Hengten por unos US$ 273 millones.
Sin embargo, los planes no han tenido un gran éxito hasta el momento y, de hecho, su fundador, Xu Jiayin, estaría vendiendo activos personales -como casas de lujo o aviones privados- para poder seguir aportando fondos a la empresa, en la que ya habría inyectado unos US$ 1,100 millones desde julio para “mantenerla con vida”, según informaciones publicadas en la prensa local.