Exxon Mobil
Exxon Mobil

Darren Woods defiende con vehemencia su plan para rescatar a Exxon Mobil Corp. de una caída en el precio de su acción por medio de una ola de inversiones multimillonaria en dólares que contrasta con la estrategia de sus rivales de ajustarse el cinturón.

La solución de Woods, delineada en una entrevista del miércoles, es realizar fuertes inversiones en megaproyectos que, según dice, tienen costos tan bajos que dominarán los mercados del petróleo y el gas natural durante décadas.

Las recompras de acciones se llevarán a cabo sólo si hay exceso de efectivo, señaló el máximo responsable en la entrevista del miércoles, antes de dar un discurso sobre la estrategia de la compañía en la reunión anual de Exxon el 30 de mayo.

Su tarea consiste ahora en persuadir a los inversores escépticos de que esto dará resultado, algo que ha sido difícil de lograr hasta ahora. Desde que Woods asumió como máximo responsable en el 2007, Exxon cayó 9%, en comparación con un avance del 18% en el caso de su mayor rival, Royal Dutch Shell Plc. El CEO dijo que ve “cierta desconexión” entre las expectativas a corto plazo del mercado y la planificación de Exxon a largo plazo. Pero él no pierde la confianza.

“Todos, si tuvieran las oportunidades de inversión que tenemos nosotros, las llevarían adelante”, dijo Woods en una charla amplia en la sede central de Exxon en Irving, Texas. “Creo que nadie dejaría abandonados proyectos de alta rentabilidad”.

El reciente aumento del barril de petróleo a US$ 80 ha llevado a competidores como BP Plc a recomprar acciones al tiempo que otras empresas como Shell y Chevron Corp. impusieron fuertes límites a los gastos en bienes de capital en tanto tratan de recompensar a los inversores por haberse mantenido fieles durante la caída de 2014-2016.

No ocurre lo mismo con Exxon. La compañía petrolera cotizada en bolsa más grande del mundo compró recursos durante la recesión y ahora planea gastar unos US$ 200,000 millones hasta el 2025 en desarrollarlos.

“Lo que no voy a hacer es comprometer estas inversiones ventajosas que aumentan el valor para recomprar acciones”, dijo. De todos modos, las recompras son “parte de la ecuación” si hay efectivo suficiente.

El directivo de Exxon admitió que algunas inversiones anteriores de la compañía gravitaron sobre los rendimientos, pero insistió en que el futuro es brillante. “La diferencia en nuestra estrategia es el hecho de que confiamos en esforzarnos por desarrollar oportunidades cuando el ciclo más amplio caía”, dijo.

En parte, el plan de inversiones de Exxon constituye una necesidad para compensar una producción de estancada a en disminución, que cayó en cinco de los seis últimos años. En abril, la compañía anunció sus peores cifras de producción para el primer trimestre desde la fusión con Mobil en 1999.

Woods atribuye esto en parte a la disciplina de la empresa de no invertir en proyectos costosos cuando el petróleo se vendía a US$ 100 por barril. “Eso trajo aparejada menos inversión de la que quizás habríamos tenido normalmente, y eso significa, al salir de ese mercado, tener una cartera sin demasiados proyectos”.

Las cinco áreas clave de desarrollo -petróleo frente a Guyana y Brasil, gas natural licuado en Mozambique y Papúa Nueva Guinea, y shale en la Cuenca Pérmica estadounidense- deberían sumar alrededor de 1 millón de barriles de petróleo diarios para 2025. Pero Exxon solo crecerá si la producción adicional puede soportar precios del petróleo de apenas US$ 40 el barril, dijo Woods.

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