El open banking es un sistema que permite transferir a terceros la información bancaria de una persona. “Esto empodera a los consumidores, los hace dueños de sus datos y permite que los compartan con otras entidades, lo que hoy en Perú no es posible”, indica Alfonso Maira, CEO de Floid.
“Ahora mismo un usuario puede ir a un banco y pedir que impriman su estado de cuenta y entregárselo a otra institución, pero no se puede hacer de forma tecnológica, online”, precisa.
El open banking tiene su origen en una directiva de la Union Europea sobre los servicios de pago (Directiva Europea PSD2). Regulaciones como esta ya existen en Brasil y México, sin embargo, en Chile, Perú y Colombia aún están en proceso.
Floid iniciará operaciones en el mercado peruano el próximo mes y será la primera empresa que ofrezca servicios de open banking. Pese a que no hay una regulación clara para esto en el país, Maira comenta que operarán en función a dos normas: la ley de protección al consumidor y la ley de protección de datos.
Servicios
“Nosotros no guardamos ni tenemos la información de los clientes, sino que ofrecemos una herramienta para que cualquier usuario de banco pueda compartirla con un tercero”, explica el CEO de Floid.
La startup cuenta con dos líneas de negocio, una que apunta al 100% a fintechs y otra dirigida a bancos y empresas de seguros.
En el primer caso, el objetivo es ofrecer a las fintechs una api que les permita construir productos de la mano con Floid. “Las empresas podrían desarrollar nuevas funcionalidades dentro sus sus propias aplicaciones”, afirma Maira. Pone como ejemplo la creación de apps para la gestión de ahorro que puedan acceder a la información de gastos de las cuentas bancarias.
De otro lado, el negocio orientado a los bancos lo que busca es mejorar sus motores de riesgo. “Nosotros facilitamos el acceso a datos, pero de una manera más procesada”, indica.
Alfonso Maira detalla que con el open banking es posible hacer portabilidad financiera, es decir, al momento que un cliente pasa de un banco a otro, este puede, a la vez, llevar los datos de sus contactos más recurrentes con los que ejecuta operaciones como transferencias de dinero. “Este es un caso de uso muy simple que ahorraría a la gente hasta 30 minutos que podría gastar en inscribir sus contactos de nuevo en otro banco”.
Inclusión
El CEO de Floid indica que el open banking podría mejorarla acceso a información financiera. En la actualidad, las centrales de riesgo cuentan con información de 2 millones de personas. Maira indica que esta cifra podría, con el uso de este sistema, alcanzar los 8 millones.
“La data de los buró de crédito no es del todo efectiva. En principio, hace que se evalúe a las personas a partir de información negativa, de endeudamiento y no pago”, explica.
Con el open banking, indica que se podría acceder a información positiva, que permita saber qué tan buen pagador es una persona a partir de los ingresos en sus cuentas bancarias, lo que permitirá a más gente acceder a servicios financieros.