(Foto: AFP)
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Elon Musk subió al estrado el lunes para defender la adquisición de SolarCity por parte de Tesla Inc en el 2016 frente a una demanda de varios de sus accionistas, que buscan recuperar los US$ 2,600 millones que la empresa pagó por el atribulado fabricante de paneles solares.

Poco después de subir al estrado, Musk negó que el acuerdo fuera un rescate para SolarCity, tal y como aseguran los accionistas de .

“Como fue una transacción de acción por acción y yo tenía un porcentaje casi exactamente igual en ambas, no hubo ganancia financiera”, dijo en respuesta a preguntas de su abogado.

El testimonio de Musk dio el pistoletazo de salida a un juicio de dos semanas en Wilmington, Delaware, ante el vicecanciller Joseph Slights, que decidirá si el acuerdo con fue justo para los accionistas de Tesla.

La demanda de un grupo de fondos de pensiones y gestores de activos alega que el célebre presidente ejecutivo de Tesla presionó al consejo de administración para que comprara SolarCity, justo cuando estaba a punto de quedarse sin efectivo. Musk tenía una participación del 22% en SolarCity, fundada por sus primos.

Los accionistas pidieron al tribunal que ordene a Musk, una de las personas más ricas del mundo, que devuelva a Tesla lo que gastó en la operación, lo que representaría una de las mayores sentencias jamás dictadas contra un individuo. Sin embargo, incluso si el juez considera que el acuerdo fue injusto, podría conceder una cantidad indemnización por daños mucho menor.

, con traje oscuro, camisa blanca y corbata oscura, testificó que años antes del acuerdo con SolarCity ya consideraba a la firma de paneles solares como una parte natural de su transición hacia una energía sostenible.

En su momento, Musk promocionó el acuerdo como un elemento central de su “Plan Maestro, Parte Dos”, cuyo objetivo es remodelar el transporte mediante el uso de energía sostenible para alimentar flotas de vehículos eléctricos autodirigidos.

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