Mercedes-Benz
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Las advertencias sobre resultados nunca son agradables, pero pocas son tan nefastas como la que presentó el viernes. Si la intención del gigante automovilístico alemán era convencer a la comunidad de inversionistas de que no tiene control sobre su negocio o sus previsiones de ganancias, entonces fue una buena jugada. Misión cumplida.

Por lo general, una advertencia que abarca los costos de retiro de productos, problemas legales, retrasos en la producción y una demanda débil puede ser justificada como una estrategia en donde se presentan todas las malas noticias de una sola vez.

En mayo, asumió el cargo de director ejecutivo que dejó Dieter Zetsche y cuando hay un cambio en el cargo máximo es, a menudo, un buen momento para restablecer las expectativas de los inversionistas.

Sin embargo, esta es la cuarta advertencia de ganancias de Daimler en apenas 12 meses y la última llegó hace menos de tres semanas. La empresa ya había lanzado las malas noticias pero parece que estas no terminan ahí.

Además de los problemas divulgados por Daimler en su última advertencia, la compañía ahora ha revelado varios nuevos recortes masivos en las ganancias, relacionados principalmente con las consecuencias de las acusaciones de manipulación de emisiones en automóviles diésel.

Como consecuencia, el gigante alemán obtuvo una pérdida operativa de 1,600 millones de euros (US$ 1,800 millones) en el segundo trimestre y ahora se espera que las ganancias de todo el año estén "significativamente" por debajo de las del año pasado.

La división Mercedes-Benz probablemente obtendrá un rendimiento de las ventas de solo el 4% este año (el punto medio de su rango esperado). Para un fabricante de automóviles premium, esa es una cifra terrible. El fabricante francés de automóviles de mercado masivo Peugeot SA recientemente logró el doble de dicha monto.

Curiosamente, las acciones de Daimler rindieron menos de 1,000 millones de euros de valor de mercado el viernes, lo que sugiere que los inversionistas esperaban peores noticias. Además, algunos de los nuevos problemas son únicos. Aun así, la caída impulsó el rendimiento de los dividendos de Daimler —el último dividendo dividido por el precio de la acción— hacia el 7%. Eso no es un signo de confianza de los mercados.

Daimler distribuyó el 40% de su beneficio neto a los accionistas el año pasado, lo que significa que pagó casi 3,500 millones de euros. Es razonable suponer que la ganancia neta del 2019 será menor que el año pasado y que el dividendo también lo será.

El pronóstico de dividendos de Bloomberg anticipa un pago de 2.65 euros por acción, una reducción de casi una quinta parte. Con el flujo de efectivo de Daimler bajo una fuerte presión, incluso eso parece generoso.

Por Chris Bryant

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de la junta editorial o de Bloomberg LP y sus dueños.

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