Presión de los inversores, impaciencia de las oenegés y polémica jurídica: los gigantes petroleros europeos deberán informar sobre su estrategia climática en sus juntas de accionistas de mayo.
Este año, cinco grandes petroleras europeas, TotalEnergies (25 de mayo), la angloholandesa Shell (24 de mayo), la española Repsol (6 de mayo), la británica BP (12 de mayo) y la noruega Equinor (11 de mayo) decidieron someter espontáneamente su política climática a una votación consultiva de su asamblea general.
“Seguramente será tenso”, anticipó Loic Dessaint, responsable de gobernanza de Proxinvest. Por el momento, esta agencia consultora no ha emitido ninguna recommendación positiva.
Algunos inversores y organizaciones no gubernamentales (ONG) creen que los esfuerzos han sido insuficientes y lentos en un contexto de agravamiento de los impactos del cambio climático, con una situación energética afectada por la guerra en Ucrania.
Su demanda principal se refiere a las emisiones indirectas, conocidas como “scope 3″, es decir, los objetivos que abarcan el uso final de los combustibles fósiles producidos por las sociedades petroleras, ya que es allí donde se esconde la gran mayoría de las emisiones de estas empresas.
Para ellas, las asambleas generales son una oportunidad para presentar una respuesta unida mucho más grande que en el 2021.
Según Reclaim Finance, que evalúa el impacto de los actores financieros en el clima, el reto de esta temporada de asambleas es “poner el freno a la expansión del petróleo y el gas en el centro de los debates”.
“Incompletos”
Los planes climáticos presentados por la industria petrolífera son “incompletos” para ajustarse a un objetivo de calentamiento global limitado a +1.5° centígrados con respecto al período preindustrial, y “se espera que su tasa de aprobación baje o incluso que consigamos que algunos planes sean rechazados por la mayoría de los accionistas” en las asambleas, declaró Guillaume Pottier, activista de Reclaim Finance.
Lo mismo ocurre en la coalición de inversionistas Climate Action 100+ y el colectivo de accionistas Follow This, de 8,500 miembros, que presentó una resolución climática a Shell, BP y Equinor en la que reclama objetivos coherentes con el Acuerdo de París, así como reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero a corto, medio y largo plazo.
Las petroleras llamaron a votar contra esta resolución externa, pero Follow This dice que “confía en obtener mejores resultados que el 30% favorable en Shell y el 21% en BP alcanzados el año pasado”.
En vísperas de sus asambleas en Londres, donde cotizan ambos gigantes, los llamados a favor de un impuesto especial a las grandes empresas se han vuelto más insistentes.
Fiasco de TotalEnergies
Por su parte, TotalEnergies generó cierta frustración a pocos días de su reunión, tras decidir unilateralmente descartar una resolución que un grupo de 11 inversionistas quería someter a votación.
Elogiada por su compromiso de someter anualmente su estrategia climática al voto consultivo de la asamblea general y sus esfuerzos de diálogo con los inversores, TotalEnergies se negó a incluirla en el orden del día de su asamblea, al señalar que la propuesta “equivaldría en realidad a enmarcar la estrategia” del grupo, una competencia legal otorgada al consejo de administración.
“Una parte de la protesta vendría probablemente de accionistas que están un poco quemados” por esta “toma de poder” en el momento de la votación del plan climático del grupo, anticipó Dessaint.
Los otros solicitantes del texto interpelaron a la Autoridad de Mercados Financieros (AMF) para que vuelva a incluir la resolución en la orden del día de la asamblea de TotalEnergies, aunque de momento se desconoce el resultado de la gestión.
El Foro de Inversión Responsable (FIR) pidió a la AMF publicar su opinión sobre el tema.
De parte de los inversionistas, la neerlandesa MN Services, líder de la resolución, ya comunicó a los 700 miembros de Climate Action 100+ su oposición al plan climático de TotalEnergies.
Trece ONG, incluida Reclaim Finance, pidieron el lunes en una carta pública que los accionistas del grupo voten en contra y sancionen su estrategia de expansión en hidrocarburos, y se opusieron a la reelección de tres administradores.