Dejando de lado la erupción de los hiperdeportivos de millones de dólares que surgen desde Ginebra a Los Angeles, los station wagon son el segmento más emocionante de la industria automotriz en este momento.
Mercedes-Benz de Daimler AG ha comenzado a producir una excelente versión AMG de su station wagon Clase E. Volvo Cars de Geely Holding Group ha convertido su V90 Cross Country en un modelo de líneas rectas y elegante con un espacioso maletero. Y Porsche AG de Volkswagen AG ha transformado su Panamera en Sport Turismo que arrasará prácticamente cualquier cosa a su paso.
Pero cuando se trata de comprar un station wagon de lujo, no encontrará mejor opción que el Jaguar XF S Sportbrake 2018.
Rendimiento
Han pasado 10 años desde la que ahora es Jaguar Land Rover ofreciera un station wagon, una racha que rompió en el 2018 con el XF S Sportbrake. La marca de Tata Motors Ltd. lanzó este automóvil para llenar un vacío en su cartera e insertarse en un segmento dominado por rivales europeos bien establecidos.
Aquí estamos hablando de station wagons de lujo, no del Subaru Outback, por ejemplo, un modelo excelente, mucho más barato con matices de auto corredor. El Jaguar de clase superior tiene el prestigio de un legado británico de 83 años, durante mucho tiempo símbolo de estatus para los conservadores.
Conduje un XF S Sportbrake en la exhibición Amelia Island Concours d’Elegance el fin de semana pasado y una vez más posteriormente en las carreteras secundarias y autopistas de dos carriles de Georgia en un día soleado. Me encantó lo elegante que se ve, no tan vanguardista como el Panamera, pero más interesante que los rígidos station wagons de Audi AG y Mercedes. Y siempre me encanta ver la rejilla frontal con el jaguar rugiendo, ya sea en un F-Type o un XF.
Con una velocidad máxima de 121 millas por hora (194 kilómetros) y un tiempo de aceleración a 60 millas por hora de 5.3 segundos, el XF S Sportbrake no es ni remotamente el auto más veloz que existe. Ese título pertenece al Mercedes E 63 AMG Wagon de US$ 107,000 (3.4 segundos, no tan mal para un pequeño estanque familiar).
La transmisión automática de ocho velocidades, propulsión trasera y tracción en las cuatro ruedas del Sportbrake tampoco son las más destacadas del grupo. Hay que exigirlo un poco para ir a velocidad crucero y hacer movimientos en zigzag a 95 millas por hora; la dirección y el frenado son definitivamente mejores en el Panamera 4S Sport Turismo de US$ 110,000.
Teniendo en cuenta que el XF S Sportbrake de US$ 70,450 cuesta apenas US$ 40,000 menos que su competencia -en algunos casos, en comparación con las versiones mejoradas de estos otros autos que manejé, es casi US$ 80,000 menos- los números comienzan a verse bastante bien.
Lo que tenemos aquí es un caso claro en que el rendimiento de alto nivel se alinea con los precios, el diseño y la utilidad.
Interior
Hablando de utilidad, debería mencionar el interior del automóvil, porque la razón por la que muchas personas compran station wagons es para ganar en funcionalidad y espacio. La versatilidad es la esencia de un station wagon.
El XF S Sportbrake es tan ampliamente útil, de hecho, que no estoy seguro de que gastando US$ 20,000 o US$ 30,000 adicionales se pueda obtener mucho más. Tiene 32 pies cúbicos (casi un metro cúbico) de capacidad de almacenamiento detrás de los asientos traseros, suficiente para empacar un refrigerador pequeño y puede trasladar más de 220 libras (unos 100 kilos) en el techo, a la par del resto del segmento.
Tiene amplios portavasos y puertos USB, mucho espacio para las piernas y sobre la cabeza, y un enorme techo corredizo (el más grande del grupo).
Espero ver muchos de estos en los caminos durante los próximos meses; no sea el último en darle un vistazo a uno.