Madrid (Reuters).- El holding hispano-británico IAG, que incluye las aerolíneas British Airways e Iberia, cerró el año pasado con fuertes pérdidas por las dificultades de su división española y por el incremento del precio del crudo.
Según el documento remitido al regulador, IAG perdió 923 millones de euros frente a un beneficio de 527 millones en el año anterior.
Este resultado incluye partidas extraordinarias de unos 590 millones de euros vinculadas con la transformación de Iberia y con los planes de pensiones de British Airways.
Los ingresos subieron un 10.9% a 18,117 millones de euros, mientras que los gastos por combustible aumentaron un 20.4%.
A nivel operativo, IAG logró unos resultados mejores que los previstos al cerrar el año con una pérdida operativa de 68 millones de euros frente a la pérdida de 120 millones de euros anunciada por el grupo en presentaciones anteriores.
Para el 2013, IAG dijo que espera un beneficio operativo superior a los 485 millones de euros (es decir superior al resultado operativo de 2011), excluyendo costos extraordinarios causados por Iberia.
En la bolsa, las acciones de IAG subían 5.32% a 2,335 euros.
No obstante, los analistas de Citi dijeron que Iberia sigue siendo un grave problema para el grupo y añadieron que la huelga actual de los empleados de esa aerolínea afectaría negativamente los resultados operativos.
El año pasado, Iberia perdió 351 millones de euros a nivel operativo frente a un beneficio de explotación de 274 millones de euros en su socia BA.
"Estos resultados ponen aún más de manifiesto que la aerolínea (española) debe adaptarse para sobrevivir", dijo el presidente ejecutivo de IAG, Willie Walsh, en la presentación de los resultados.
IAG presentó el plan de reestructuración de Iberia el pasado mes de noviembre.
Ante la falta de un acuerdo entre sindicatos y la dirección sobre el ajuste, ambas partes aceptaron la semana pasada la participación de un mediador para encontrar una solución consensuada.
No obstante, Iberia ya advirtió de que en caso de no llegar a ningún acuerdo dentro del plazo oficial de la mediación (es decir hasta el 8 de marzo) continuaría con su plan de reducir su capacidad en un 15% y despedir a 3,807 trabajadores.