La llegada de la pandemia del COVID-19 al Perú representó una nueva prueba para la permanencia de una empresa, de manera que a la fecha, muchas de ellas han cerrado operaciones y otras, lograron encontrar la forma de sobrevivir mediante la reconversión del rubro, orientándolo a la demanda actual.
En tanto, las empresas familiares -conformadas por miembros de una familia- también ha buscado la forma de continuar en el mercado, más allá de buscar la opción de reconvertirse.
En conversación con Gestión.pe, el representante de la Asociación de Empresas Familiares del Perú (AEF Perú), Enrique Pajuelo, señala que durante la cuarentena implementada por el Gobierno para evitar más contagios -desde marzo hasta junio- estas empresas también buscaron atender la nueva demanda de los consumidores, sin dejar de lado la empresa matriz.
Según explica, en muchos casos la empresa fundadora tuvo que parar operaciones -producto de la cuarentena- pero a su vez se crearon nuevas empresas, por iniciativa de los mismos dueños o de los hijos.
A modo de ejemplo, indicó que la empresa inmobiliaria y de construcción Menorca Inversiones lanzó una nueva empresa enfocada a alimentos sellados al vacío creada a cargo de su hijo, teniendo como principales aliados los canales digitales.
La empresa de transporte interprovincial CIVA, creó la empresa CIVA UV enfocada a la desinfección de buses y terminales utilizando rayos UV. Esta nueva empresa está cargo de los dueños actuales de CIVA, que son la segunda generación de la compañía.
Incluso, Pajuelo comentó que él es el dueño de una empresa de ladrillos, Ladrillos Fortes, en tanto su hija creó una empresa de cremación de mascotas, Asky Wuasi.
“No es que han cambiado de rubro, si no, que se han complementado o han hecho ampliaciones. No ha habido una regla de que sean o los hijos o los mismos fundadores (quienes puedan crean las nuevas empresas), entonces esta pandemia ha generado que nazcan emprendimientos dentro de las mismas familias empresarias, como que el gen emprendedor de la familias empresarias, ante la adversidad, ha aflorado y ha gatillado estos emprendimientos estando en cuarentena y pandemia”, dijo.
Mencionó, además, que la crisis del coronavirus representó una ‘prueba ácida’ en lo que respecta a la unidad familiar, puesto que ello ha permitido que la familia se involucre más en la empresa.
“Cuando la empresa está en peligro de muerte, porque lo estábamos, la familia se ha visto más comprometida. Se ha visto personas que estaba más alejadas, se han unido”, sostuvo.
Ta toma de decisiones
El ejecutivo precisa que en la AEF Perú -con 65 familias asociadas que representan a más de 300 empresas- se trabaja bajo buenas prácticas de dirección y de gobierno, de manera que cada paso que se piensa dar, se realiza en base a lo establecido en su normativa.
De este modo, explica que si en las empresas tradicionales existe la gerencia general, en las empresas familiares existe el consejo de familia, en donde se toman las decisiones.
De este modo, señala que se pueden presentar dos escenarios cuando se habla de la creación de una nueva empresa, manteniendo la empresa fundadora.
En el primer caso, señala que si -por ejemplo- la empresa fundadora está conformada por 4 hermanos dueños, para la creación de la nueva empresa se deberá convocar a todos ellos y ponerse de acuerdo para entregar el capital al -por ejemplo- al sobrino. “Eso es lo más complejo”, comenta.
En el segundo caso, una sola persona es el dueño de la empresa, que puede ser el padre, y ahora la creación de la nueva empresa puede estar a cargo del hijo o hija. En esta situación, el padre puede tomar la decisión de entregar el capital inicial a su sucesor para este nuevo emprendimiento.
“Como es primera generación, es más fácil porque es él es fundador de una empresa. Si toca dirigir una empresa entre hermanos, ellos tiene que ponerse de acuerdo para que cualquier cosa que hagan, y en tercera generación llegan los primos”, sostuvo.
De este modo, indicó que pese a la coyuntura y avance de los años, se sigue manteniendo la tradición de que todo empresario debe ir entregando la posta a la siguiente generación, manteniendo el asesoramiento y monitoreo para que puedan continuar con el legado empresarial.