El primer banco alemán, Deutsche Bank, anunció su marcha de Rusia, siguiendo el paso de otras entidades financieras internacionales como Goldman Sachs o JP Morgan Chase.
Como otras empresas internacionales “y en línea con nuestras obligaciones legales y regulatorias, estamos reduciendo nuestras actividades restantes conforme a las exigencias legales y reglamentarias”, indicó el grupo en un comunicado el viernes por la noche.
“Paralelamente ayudamos a nuestros clientes internacionales no rusos a reducir sus actividades en el país. Ya no hacemos nuevos negocios en Rusia”, añadió la entidad, condenando la invasión rusa de Ucrania lanzada el 24 de febrero.
Deutsche Bank señaló que ya había “reducido sustancialmente su implicación y su presencia en Rusia desde el 2014″, año en que Moscú ocupó la península de Crimea y estalló una guerra entre separatistas rebeldes prorrusos y Kiev.
El banco había explicado esta semana que su exposición directa en Rusia era “muy limitada”, con solo un 0.3% de su cartera de préstamos global.
Por contra, la entidad posee un importante centro tecnológico en Rusia con 1.500 especialistas informáticos al servicio de su banca de inversión.
“El riesgo operacional” por un cierre de este centro está “bien contenido” y “no presenta ningún riesgo significativo” para el funcionamiento global del banco, indicó Deutsche Bank esta semana.