Puma está ofreciendo a su plantilla en Estados Unidos flexibilidad sobre cuándo trabajar y un rediseño impulsado por la pandemia de su nueva sede en América del Norte, con la esperanza de atraer a las personas que la empresa alemana de ropa deportiva necesita para mantener su rápida expansión.
Puma, que está creciendo más rápido que sus rivales Nike y Adidas, está poniendo un gran enfoque en el mercado estadounidense: relanzó sus productos de baloncesto en el 2018, abrió una nueva tienda insignia en Nueva York e invirtió en un nuevo centro de distribución.
“Somos bastante optimistas sobre las oportunidades aquí en América del Norte y sentimos que hemos emergido más fuertes en tiempos difíciles”, dijo a Reuters Bob Philion, presidente del negocio de Puma en América del Norte.
América es la región de más rápido crecimiento de Puma este año, con ventas que aumentaron un 31% en el tercer trimestre y que representan ya un 37% del total, gracias a un cambio a una vestimenta más informal y la práctica deportiva de más personas durante la pandemia.
Puma inauguró oficialmente su nueva sede de América del Norte en Somerville, Massachusetts, el jueves. Incluye una terraza en la azotea, un gimnasio y una sala para los niños de visita, reuniendo a 450 empleados de dos oficinas separadas.
La medida estuvo planeándose durante cuatro años, pero se retrasó seis meses, ya que Puma hizo cambios en respuesta a la forma en que la pandemia ha cambiado las prácticas laborales. La firma aumentó los espacios y agregó particiones y accesorios sin contacto, y creó más salas donde las personas pueden unirse a videollamadas con colegas que trabajan de forma remota.
“Me siento muy afortunado de tener un nuevo hogar para dar la bienvenida a la gente. La gente quiere colaborar de nuevo”, dijo Philion. “Lo que nos ha faltado en las llamadas por Zoom y Teams es esa colaboración, esa energía, esa creatividad”.
Puma espera que las nuevas instalaciones y una combinación de oficina y trabajo remoto ayuden a la firma a atraer personal, en un momento en que Philion destacó que es difícil conseguir trabajadores, sobre todo en distribución y venta minorista.
“Es más competitivo ahora que nunca. Las personas están tomando algunas decisiones de vida por el COVID”, afirmó. “La flexibilidad es clave. Al final del día, nuestros empleados entienden que somos una empresa de marketing de productos. Tenemos cosas tangibles que tocamos y sentimos: zapatos y ropa”.
Puma quiere que su personal esté en la oficina tres días a la semana, aunque eso dependerá de los equipos. Las reuniones solo están programadas de 10 a 16 horas para que las personas puedan partir más temprano o más tarde para evitar la hora punta. “No queremos gente sentada en el tráfico”, señaló.