Redacción Gestión

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Brasilia (Reuters).- La economía de se contrajo fuertemente en el 2015 porque las empresas recortaron planes de inversión y despidieron a más de 1.5 millones de empleados, mostraron hoy cifras oficiales, que alertan sobre al que podría llegar a ser la mayor recesión que haya vivido el país.

El PBI de Brasil se contrajo un 3.8% en el 2015, tras otra fuerte contracción en el cuarto trimestre, según la agencia de estadísticas del Gobierno IBGE.

La caída de la actividad económica en 2015 es la mayor desde 1990, cuando la hiperinflación y una cesación de pagos de la deuda complicaba al país.

Brasil sufrió a fines del 2015 la ruptura de una importante represa de relaves mineros y la mayor huelga petrolera en 20 años. Ambos hechos afectaron a una economía ya debilitada por una crisis política, una severa inflación, altas tasas de interés y una abrupta caída del precio de las exportaciones de materias primas.

El resultado fue el crecimiento económico más bajo de todos los países del G-20 y una de las mayores tasas de inflación, de un 10.7% anual.

El panorama para este año es igualmente oscuro, con una previsión de una contracción de un 3.45%, según economistas encuestados por el banco central. Dos años seguidos con caídas de la economía de esta magnitud significarían el retroceso más prolongado y profundo en Brasil del que se tenga registro.

"Este año veremos probablemente una contracción similar. Aún no hay motores de crecimiento. El único podrían ser las exportaciones, pero la economía brasileña es relativamente cerrada, así que no creemos que nos saquen de este agujero", dijo Joao Pedro Ribeiro, economista para América Latina de Nomura Securities.

Michael Henderson, economista jefe en la consultoría Verisk Maplecroft, en Inglaterra, sostuvo que "a pesar de toda la retórica de (la presidenta, Dilma) Rousseff del año pasado acerca del impulso a la inversión privada, está bastante claro que los inversores, tanto extranjeros como locales, se mantuvieron alejados".