Redacción Gestión

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Washington (Reuters).- Una más rápida aceleración en el este trimestre que fue pronosticada hace pocas semanas ahora es improbable debido a la erosión de la confianza creada por una disputa por la política fiscal, según un sondeo de Reuters.

Se esperaba que el cuarto trimestre marcara la transición a un ritmo de expansión más robusto, pero los economistas están menos optimistas debido a la disputa presupuestaria que paralizó al Gobierno federal y dejó al país al borde de una histórica .

"La locura en Washington está afectando a la confianza del consumidor y de las empresas. Eso es una enorme limitación al crecimiento", afirmó Joel Naroff, economista jefe de Naroff Economic Advisors en Holland, Pensilvania.

El sondeo de más de 70 economistas realizado entre el 11 de octubre hasta el 16 de octubre, cuando el Congreso estadounidense adoptó un acuerdo de último minuto para evitar caer en cesación de pagos, pronostica un crecimiento del PIB de un 2.3% a tasa anualizada en el trimestre octubre-diciembre.

Aunque eso fue sólo marginalmente más bajo que el ritmo de un 2.5% estimado por los economistas en septiembre, el riesgo es que el crecimiento pueda ser aún menor debido a que la paralización parcial del Gobierno federal duró más que la semana que pronosticaban muchos economistas.

Se estima que la paralización, que comenzó al 1 de octubre, sustraería 0.3 puntos porcentuales al producto interno bruto anualizado del cuarto trimestre.

Se esperaba que el Gobierno reabriera pronto. El Congreso de Estados Unidos aprobó un acuerdo a último minuto para financiar temporalmente al Gobierno y para elevar la autoridad de endeudamiento hasta el 7 de febrero.

Se prevé un crecimiento de un 2.6% para el primer trimestre del 2014, sin cambios respecto al sondeo del mes pasado.

Sin embargo, algunos economistas afirman que ese pronóstico es optimista debido a que la tensión fiscal en Washington continúa sin resolverse.

"El daño está hecho, las discusiones políticas seguirán y la Fed probablemente retrase sus planes de reducción (de estímulos)", dijo el estratega de Nordea Jan von Gerich.