El director general de Volkswagen, Matthias Mueller, dijo confiar en un "renacimiento" del diésel, pues es compatible "la cohabitación" de las tecnologías del pasado y el futuro.
"No solo espero que el diésel no esté muerto, sino que estoy convencido de que está viviendo un renacimiento", aseguró.
"Crearemos las condiciones técnicas para permitir la cohabitación de los dispositivos de conducción existentes y los eléctricos", afirmó Mueller.
Volkswagen anunció el martes pasado que hizo pedidos por unos 20,000 millones de euros a sus socios de Europa y China de los componentes necesarios para su amplio plan de fabricación de vehículos eléctricos.
El grupo, que cuenta con 12 marcas, incluyendo Audi, Porsche y Skoda, prevé comercializar cada uno de sus modelos en versión eléctrica para el 2030, y espera invertir en los próximos cinco años unos 34,000 millones de euros en la investigación y el desarrollo del coche del futuro, ya sea eléctrico o autónomo.
El mercado del diésel, en plena crisis de confianza, cayó 7% en Alemania en el 2017. Además, los motores de este tipo más viejos y los más contaminantes están amenazados en los núcleos urbanos de algunas ciudades del país, y los legisladores europeos vigilan de cerca las emisiones de los motores diésel.
Su estrategia a largo plazo, la "Hoja de ruta E" no se verá perturbada de momento por las nuevas barreras aduaneras anunciadas por Estados Unidos al acero y al aluminio, aseguró el constructor alemán.