Redacción Gestión

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El Gobierno ya va dos años sin concretar el Gasoducto del Sur. ¿Sigue viable?Ese caso me parece patético. Era un fíjese que estoy diciendo 'era'. Ojalá aún pueda serlo. Era un rompecabezas bien difícil de armar. El Gobierno anterior lo dejó casi armado. En ese 'casi', en ese pequeño detalle, muchas veces están las partes difíciles.

Quien tenía que negociar, debía de hacerlo rápido. Pero (el Gobierno) se pasó un año negociando, pateó el tablero, y armó un mamotreto: el etanoducto. De ahí hemos ido de traspiés en traspiés. tenía la intención de ganar un par de años para terminarlo a fines del mandato, pero más bien perdió tres. O quizá haya perdido el proyecto, o las partes sustanciales, para siempre.

Reuters donde analistas no veían posible que el Gasoducto del Sur salga durante este Gobierno. ¿Cuándo podría concretarse? Hubo un foro en el e invitamos a varios especialistas. Yo preferí ser un oyente y no un actor. Escuché y pregunté, y más o menos el consenso visto los tiempos, las necesidades y las características fue para el 2020.

¿Se retrocedió a cero lo avanzado?El sentido del proyecto es la . El país tiene etano, pero no tiene derecho sobre él. Tiene una ley, pero para los proyectos que aparezcan después. Y se necesita el etano de los que están desde antes. Ese tema no está resuelto.

¿El contexto internacional es favorable para el proyecto?Han cambiado muchas cosas estos dos años. Apareció el gas de esquistos. Lo que se llama en inglés el Shale gas. Con esto, Estados Unidos deja de ser consumidor de gas y pasa a convertirse en exportador. Tiene una enorme cantidad de este gas y bajará los precios. Eso afecta al proyecto del Gasoducto Sur Peruano de alguna forma.

¿Petrobras se habría retirado ante las trabas en el proyecto?No sé qué pasó con Petrobras. Lo que sé es que a inicios del Gobierno estaba dispuesto a invertir en el país e ir adelante con el Lote 58. Ahora lo está vendiendo, y el Gasoducto del Sur estaba basado en ese lote. Ahora ya no existen las ramas que lograron la licencia social, porque nadie en el sur se oponía al proyecto. Tenía una parte central, que cumplía la función económica, y las ramas que iban a las distintas ciudades abrían una esperanza. Esa era la contribución social, porque inicialmente la iba a pagar la rama central.