El Banco Central de Reserva (BCR) indicó que en términos de pérdida del PBI, el costo originado por la crisis del COVID-19 es mayor al que se registró como consecuencia de la Crisis Financiera Internacional de 2008, aunque por debajo del que se generó después de la crisis de 1998.
“La crisis actual habría hecho que el PBI de Perú en 2022 se encuentre aún entre 5% y 7% por debajo del nivel que hubiese alcanzado en ausencia de dicha crisis sanitaria, según cálculos preliminares, pues la pandemia sigue en desarrollo”, detalla el BCR en un comunicado.
Indica que, el comportamiento descrito no es único del Perú, pues la pérdida de largo plazo estimada para nuestro país es relativamente similar a la de sus pares de la región (Brasil, Chile, Colombia y México), a pesar que tuvimos una de las cuarentenas más estrictas del mundo.
Sobre el impacto de la pandemia, la literatura presenta diversas perspectivas. Por un lado, algunos argumentan que las crisis pueden facilitar la implementación de beneficiosas reformas políticas y económicas, además de permitir eliminar de la economía a las firmas más ineficientes, conllevando así a una mayor productividad y crecimiento.
Sin embargo, mencionan que la literatura económica y la evidencia empírica apuntan a que crisis económicas importantes suelen dejar “cicatrices” (efectos permanentes) en las economías.
“Cambios en las dinámicas del empleo y la acumulación de capital físico, así como las decisiones de inversión en I+D (inversión más desarrollo) o migración de factores productivos entre sectores, probablemente alteren la senda de crecimiento de largo plazo”, sostienen.