“Se debe incluir publicidad responsable autorregulada por la industria para garantizar que los productos no induzcan a error", según ILAR. (Foto referencial: GEC)
“Se debe incluir publicidad responsable autorregulada por la industria para garantizar que los productos no induzcan a error", según ILAR. (Foto referencial: GEC)

Recientemente, el Congreso de la República aprobó el predictamen del proyecto de Ley 06395/2020-CR, que promueve la competencia en la comercialización de productos farmacéuticos en beneficio del consumidor, lo cual generó un debate entre los especialistas de la salud.

Según, Juan Carlos Thompson, director general de la Asociación Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR) la iniciativa podría traer cambios positivos a los consumidores y pacientes del país, pues el uso de medicamentos de venta libre (OTC) que podría contribuir al autocuidado y así prevenir y tratar las enfermedades.

ILAR sostiene que el uso racional de medicamentos permite al usuario tratar enfermedades o síntomas simples con productos aprobados. La eficacia, conveniencia, accesibilidad y tolerabilidad de los medicamentos de venta libre se han discutido en numerosas publicaciones, y el balance favorable significa que estos se consideran como pilares clave en los sistemas de salud.

Sin embargo, la Asociación enfatiza en la importancia de que los ciudadanos deben estar bien informados sobre los cuidados de su salud.

Se debe incluir publicidad responsable autorregulada por la industria para garantizar que los productos no induzcan a error, además de educación sanitaria y alfabetización en salud sobre medicamentos de venta libre, con el objetivo de que las personas tomen decisiones informadas”, refirió Thompson.

Agregó también que se debe tener clara la diferencia entre automedicación y auto prescripción, pues la automedicación responsable es una de las estrategias de autocuidado, y permite al paciente utilizar medicamentos de venta libre para tratar afecciones simples, mientras que la auto prescripción es una práctica irresponsable, en la que el paciente utiliza medicamentos que requieren prescripciones médicas y supervisión de un profesional de la salud.

ILAR resaltó también que los OTC reducen la carga del sistema de salud pública y generan ahorros en el tratamiento de condiciones comunes y no graves, lo que permite la redirección de recursos para el tratamiento de condiciones más graves.

En la pandemia originada por la COVID-19, uno de los efectos más duros fue la sobreocupación de hospitales y la falta de recursos en el sistema público de salud. Si el autocuidado, que implica el uso de medicamentos de venta libre para condiciones simples y no graves, fuera una práctica más aplicada y con mayor amplitud, se podría tener considerables ahorros para la atención de condiciones más graves y situaciones complejas, como la emergencia sanitaria que vivimos”, comentó Thompson.

Una investigación realizada el año 2018 por ILAR, que reunió datos de cinco países, Brasil, México, Argentina, Colombia y Chile, mostró cifras relevantes en el ahorro económico generado.

Cada año, en promedio, los cinco países juntos gastan US$ 2,700 millones en consultas y procedimientos que podrían evitarse en el sistema de salud pública. Si la práctica del autocuidado fuera implementada en los programas de salud pública para atender solo el 50% de los casos de las cuatro enfermedades simples analizadas: diarrea, resfriados, lumbalgia y candidiasis vaginal, las economías en los sistemas públicos podrían ser de aproximadamente US$ 1,300 millones.

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