El mal clima, pero también la carestía de los fertilizantes, contrajo las áreas de siembra en esta campaña.
El mal clima, pero también la carestía de los fertilizantes, contrajo las áreas de siembra en esta campaña.

Son tres años seguidos en que la agricultura destinada al mercado interno es golpeada, primero por el covid-19, luego por la falta de fertilizantes, posteriormente por la sequía, y ahora por las lluvias intensas que inundan campos de cultivo a raíz del ciclón Yaku.