En tiempos en donde el COVID-19 no existía, cada fin de año representaba para el sector textil una temporada importante.
Y es que para las principales fiestas, como las de promoción de colegios (inicial, primaria y secundaria) así como las festividades por Navidad y Año Nuevo, los confeccionistas dedicados a este rubro tenían una importante demanda.
Ahora, el panorama es otro con la llegada de la pandemia y entre 4,000 y 5,000 empresas dedicadas a la confección de este tipo de prendas de vestir ubicadas en el emporio de Gamarra atraviesan su peor momento pues te este año no se realizarán este tipo de reuniones, alertó la Asociación Peruana de Industriales Confeccionistas (APIC).
En diálogo con Gestión.pe la presidenta del gremio, Valeria Mezarina, indicó que para los últimos meses del año la comercialización de estas prendas, principalmente vestidos de noche para niños y adultos, crecían de manera exponencial por los compromisos de fin de año, sin embargo, todos estos compromisos se han anulado prácticamente por la emergencia sanitaria.
Cabe precisar que para este año las clases en los colegios se realizaron de manera virtual y el cierre del año escolar está previsto para el próximo 22 de diciembre.
“Este año no va a ver (fiestas) porque están prohibidas las reuniones y ahora, estos confeccionistas se han reinventado y están haciendo otros tipo de confecciones, como girar al sector de polos o directamente realizar el servicio de confección, donde sus márgenes de ganancia se ven muy reducidas a comparación de otros años”, sostuvo.
En ese sentido, indicó que si bien a la fecha estas empresas han migrado a otros rubros textiles, el seguir con estas restricciones hará que en los próximos meses se retiren del mercado totalmente.
Detalla que en los anteriormente, el movimiento de compra para estos vestuarios, incluso para los comerciantes en las regiones del país, empezaba a partir del mes de octubre, pero ahora, al 30 de octubre, el movimiento para Navidad aún no ha empezado, principalmente porque las expectativas del consumidor también se han visto afectadas por la emergencia sanitaria.
También indica que fin de año también representaba una temporada importante para otros rubros textiles como la comercialización de toallas, pijamas y sábanas.
Problemas con los créditos
Mezarina señala que las empresas textiles también se han visto perjudicadas ante la falta de créditos para reponerse del impacto del coronavirus.
De este modo, consideró que no se realizó de manera óptima la distribución de los créditos del Gobierno como el FAE-Mype y Reactiva Perú.
Explicó que en el caso de los créditos FAE Mype, algunas empresas recibieron montos mínimos de S/ 114, en tanto, en el caso de Reactiva Perú, el monto mínimo fue de S/ 400.
En principal problema de estos bajos mínimos, indica Mezarina, responde a la evaluación que realizó el Gobierno a las microempresas. Señaló que solo se contempló el pago de impuestos, por lo que mencionó que se debería considerar otros aspectos.
“Los parámetros que han puesto son solo el pago del IGV, cuando una evaluación crediticia es completa. No solo es el pago del IGV, es maquinaria instalada, bienes, propiedades, niveles de venta, stock, todo eso respalda a un empresario”, sostuvo.