Brecha Externa en Perú ¿Debe preocuparnos?
La brecha externa o déficit en la
cuenta corriente de la balanza de pagos aparece, en términos simplificados,
cuando las importaciones son mayores que las exportaciones, en ambos casos de
bienes y servicios, durante un período de tiempo. Cuando se importa más de lo que se exporta es
equivalente a decir que “salen” más dólares del país que los que “entran”. La
pregunta es la siguiente: ¿cómo se financia la diferencia? ¿Cómo una economía,
en un período de tiempo, puede importar más que lo que exporta si se supone que
las exportaciones proveen los dólares para importar?
La respuesta es con ingreso de
capitales externos que, en general, toma dos formas: inversión extranjera
directa (IED) y deuda externa, pública y privada. Me explico con dos ejemplos.
Imaginemos una empresa extranjera que llega al Perú; trae dinero y activos,
como máquinas. Los activos se valorizan a precios de mercado, se suman al
dinero y se obtiene el ingreso de capitales por la llegada de la IED. Por eso
se afirma que “si se ejecuta tal proyecto, ello significará un ingreso de
capitales de tanto” Si la empresa importa desde el Perú, imaginemos, 100
computadores, entonces las importaciones aumentarán con el dinero que le
empresa extranjera trajo y así cubre el exceso de importaciones sobre
exportaciones. Se importa con dinero que vino del exterior en la forma de
IED.
Un segundo ejemplo. Un banco toma
deuda de otro banco en el exterior. Con ese dinero, presta a un cliente que
necesita el dinero para comprar, digamos, un auto. El cliente compra el auto
que es importado; pero, ¿de dónde salió el dinero? Del ingreso de capitales,
esta vez, en forma de deuda externa privada con algún banco fuera del Perú.
Nuevamente, el ingreso de capitales permitió aumentar importaciones.
Ahora bien, para este 2013, se
espera una brecha externa equivalente a 5% del PIB y un porcentaje similar en
2014. Esto significa que el ingreso de capitales equivaldrá a ese monto. ¿Por
qué ha ocurrido? En varios post anteriores he comentado la razones de la reducción
de las exportaciones; se estima una caída de 9% para este año comparada con
2012. Sin embargo, las importaciones continuaron creciendo a pesar de la caída
de las exportaciones y así apareció la brecha. Los consumidores peruanos
compran las importaciones, sea porque tienen más ingresos o porque se endeudan
con el sistema financiero.
La clave está en lo siguiente:
¿mantendremos el ingreso de capitales que nos permitan financiar la brecha
externa? Las autoridades peruanas señalan que sí, en especial por los proyectos
de cobre que entrarán el 2014. La inversión extranjera directa en minería
financiará el exceso de importaciones sobre exportaciones. ¿Es posible estar
seguro de ello? Seguro no, pues dependerá en gran medida, tanto de la evolución
del precio del cobre, como de las condiciones existentes que faciliten la
inversión, la denominada “licencia social”. Si somos optimistas, entonces los capitales
vendrán sin problemas. ¿Y si el sistema financiero toma deudas del exterior
(segundo ejemplo líneas arriba)? La turbulencia financiera por la que pasa el
mundo generará que los préstamos del exterior sean más caros.
La historia reciente muestra que los movimientos
de capitales son cíclicos y no siempre mantienen la misma tendencia. Lo que
pasa es que la economía peruana atravesó por un período excepcional a nivel
macroeconómico entre 2003 y 2011, aproximadamente, debido al aumento de los
precios internacionales de los productos mineros y al crédito barato del
exterior, debido a la abundancia de dólares.
Y ese es el mensaje central. El
desempeño económico peruano es cíclico y depende de las condiciones externas
que no manejamos. No podemos apostar a que siempre ese entorno será favorable. La
historia reciente así lo muestra. Entre 1998 y 2002 debido a la turbulencia
financiera de las economías emergentes, Perú pasó por la llamada “media década
perdida”. En 2009 estuvimos casi en recesión por los impactos de la crisis
financiera de las economías avanzadas. Desde 2010 el mundo atraviesa por una
“gran desaceleración”. Estos temas han sido tratados en post anteriores. Nadie
sabe lo que pasará en el futuro, pues los escenarios pueden ser diversos. Vemos
tendencias pero con baja capacidad de predicción. Basta ver los estimados que
se hacían hace un año con respecto de 2013 y contrastarlos con la realidad. Por
eso, es mejor ser realistas y comprender que si algo caracteriza a la economía
mundial hoy, es la incertidumbre.