Muchos humanos, y en especial los deportistas, intentan superar sus esfuerzos físicos, pero la resistencia humana tiene límites debido al metabolismo, según un estudio que publica la revista Science Advances.
"Los límites del gasto máximo de energía sostenido no son del todo claros, pero son de interés porque restringen la regulación térmica y la actividad física", señaló un equipo de investigadores de la Universidad Duke, en Carolina del Norte (EE.UU.).
Cuando se trata de actividades físicas que duran días, semanas o meses, los investigadores descubrieron que los humanos solo pueden quemar calorías a un ritmo 2.5 veces más alto que su ritmo metabólico en reposo.
Ni siquiera los maratonianos más rápidos del mundo pueden superar ese límite, afirmaron los científicos.
Pasado el umbral de 2.5 veces el ritmo metabólico de una persona en reposo, el organismo comienza a descomponer sus propios tejidos para compensar el déficit calórico.
Para este estudio, los investigadores midieron las calorías consumidas a diario por un grupo de atletas que compitieron en el 2015 en seis maratones por semana durante cinco meses como parte de la "Carrera a través de Estados Unidos", una prueba de 4,830 kilómetros desde California a Washington DC.
También analizaron otras gestas de resistencia humana incluidas carreras de 160 kilómetros por senderos agrestes o el embarazo.
El estudio concluyó también que el gasto máximo de energía sostenido detectado en los competidores en pruebas de resistencia fue levemente más alto que las tasas metabólicas de las mujeres durante el embarazo.
La conclusión es que los mismos límites que impiden que los triatletas sigan batiendo récords de velocidad, también restringen otros aspectos de la vida como el tamaño que pueden alcanzar los bebés en el útero.
Cuando hicieron las gráficas de datos a lo largo del tiempo, los investigadores hallaron una curva con forma de L: el gasto de energía de los atletas comenzó relativamente alto pero, inexorablemente, bajó y se estancó en 2.5 veces su ritmo basal metabólico por el resto de la prueba.
Caitlin Thurber, una de las autoras del estudio, analizó las muestras de orina recogidas durante la primera y la última etapa de la "Carrera a través de Estados Unidos" y encontró que, después de 20 semanas consecutivas de competir en maratones, los atletas quemaban 600 calorías diarias menos que lo esperado para esa distancia.
Esto indica que el cuerpo puede "bajar la palanca de cambio" de su metabolismo para mantenerse en niveles sostenibles.
"Uno puede correr al máximo de su velocidad 100 metros, pero no mucho más", señaló Herman Pontzer, uno de los autores. "En cambio uno puede caminar al trote varios kilómetros ¿Verdad? Esto funciona también aquí".
Todas las pruebas de resistencia analizadas mostraron la misma curva, ya fuera que los atletas remolcaran trineos de 225 kilos en la Antártida varios días y con temperaturas bajo cero, o pedalearan en verano en el Tour de France.
Uno de los límites que el estudio descubrió se encuentra en el proceso digestivo, esto es la capacidad del cuerpo para procesar la comida y absorber las calorías y nutrientes que dan energía al organismo y sus funciones.