La clasificación de Australia al Mundial tranquilamente podría ganar en la competencia del nervio y comerse las uñas.
Los 'socceroos' tuvieron que ganar un repechaje para clasificar a otro repechaje. Y tras ganar el último partido frente a Honduras perdieron al técnico griego Angelos Postecoglou por diferencias con la dirigencia.
El equipo oceánico vivió una generación dorada hace unos años. En Alemania 2006, entró desde el banco de suplentes un seguro Tim Cahill y se las ingenió para voltear el partido a Japón en solo minutos.
Desde entonces Cahill se ha ganado el estatus de leyenda. Y el nuevo técnico Bert van Marwijk, el mismo que llevó a Holanda a la final de Sudáfrica 2010, confiará en el 'crack' de 38 años como su carta de gol en el Grupo C de Rusia 2018.
Debut tardío
Hijo de inmigrantes (padre inglés y madre samoana), Cahill encontró su propio camino en una modesta selección como la australiana. Pero la ruta hasta los 50 tantos que lo convierten en máximo artillero de su país no fue tan cómoda, pues varios obstáculos retuvieron su participación durante años.
La representación era una preocupación natural en una familia que tenía al menos tres nacionalidades distintas en casa. Sobre todo cuando la mayoría de sus hermanos eran deportistas.
Curiosamente, el deporte preferido de la casa no era el fútbol, sino el rugby. Al menos tres de sus primos y dos sobrinos son jugadores profesionales de rugby. No obstante, su hermano es futbolista.
El tema es que Chris Cahill fue capitán de la selección samoana de fútbol. Y este cruce de países fue el que mantuvo a Tim al margen hasta el 2004.
En 1997, con solo 17 años, emigra desde Sydney a Essex, al noreste de Londres para iniciar su camino en el fútbol profesional. Fue transferido al Milwall londinense y en mayo del '98 debutó en la segunda división de Inglaterra.
Cuando era adolescente, Cahill jugó para Samoa, pero siempre luchó para ganarse un lugar en el cuadro australiano. "Recuerdo derramar lágrimas, culpar a mi padre a la Policía y temía nunca tener una oportunidad en la selección", confesó en una entrevista.
En el Milwall comenzó a ganar notoriedad y llevó al modesto equipo a la primera división en solo un año. Para el 2004, el Milwall alcanzó la final de la FA Cup que perdió contra el Manchester United.
Con 24 años, ya un jugador profesional establecido, debutó en la selección de Australia y regresaron al Mundial después de 32 años.
Préstamos
El viaje desde Australia hasta el viejo mundo no fue tan sencillo. Sus padres tuvieron que pedir un préstamo para pagar los boletos. Cahill había conseguido un prueba para un equipo de Inglaterra y se la jugó con el examen.
Por suerte, la pasó bien, y se planteó una deuda personal. "Desde el día que firmé mi primer contrato me aseguré que mis padres nunca tuvieran que volver a trabajar", reveló.
Su propio país tampoco pasó desapercibido para el astro oceánico. En 2013, junto a la compañía de tv paga Foxtel, fundó la Foxtel Tim Cahill Academy para ayudar a los pequeños a jugar fútbol.
La academia ofrece desde becas hasta cursos educativos con la idea de que los chicos puedan viajar a jugar fútbol.
"Mis padres sacrificaron casi todo para darme la oportunidad de ser exitoso, y si yo puedo hacer el camino hacia el fútbol profesional o una vida mejor fuera de las calles, entonces es motivación suficiente para esta academia", añadió.
Última oportunidad
Con 38 años a cuestas, los días de Cahill en el combinado nacional parecen estar cerca. No obstante, aún tiene una tarea más que cumplir.
Existen clubes selectos en el fútbol y uno de ellos está integrado por Pelé, Uwe Seeler y Miroslav Klose. Se trata de los únicos jugadores que han anotado un gol en cuatro mundiales diferentes. A Cahill solo le falta marcar en Rusia 2018.
La falta de continuidad y de recursos de los Socceroos ponen medio pie en el freno, sin embargo. Atrás quedaron los días del Everton y los clásicos de Cahill contra el Liverpool. Hoy, con un pase valorado en medio millón de euros, Cahill milita en el Milwall (de nuevo), pero ahora en la segunda división.
En toda la temporada Cahill no ha sumado más de 41 minutos en la cancha. No obstante, el técnico Bert van Marwijk sigue considerándolo como la principal carta ofensiva del equipo.
La nación de los canguros se mantiene a la expectativa en un grupo complicado, pues enfrenta a Perú, Francia y Dinamarca.
Pero nada está dicho, y un gol de Cahill puede ser suficiente para llevarlos a la gloria, acompañada de su clásica celebración, boxeando con el banderín del corner.
"La celebración la tomé de Archie Thompson [jugador australiano]. Me dijo que la lleve a la Premier, y la adapté", finalizó.