Un estudio de la consultora McKinse y, publicado en el 2013 sobre 345 compañías de seis países de Latinoamérica demostró que las empresas cuyos comités ejecutivo con una o dos mujeres lograron un mayor desempeño, a comparación de aquellos conformados solo por hombres.
Incluso, el mismo estudio descubrió que las habilidades son ella quienes habilidades de liderazgo y un comportamiento más diverso, por lo que conducen a una mayor excelencia operacional.
Francisca Valdés, socia-directora de Mujeres Empresarias, declaró al diario chileno La Tercera que existen ciertas características que no son exclusivos de hombres o mujeres a la hora de ejercer un cargo de confianza. "El liderazgo masculino es más agresivo, ambicioso, con mayor control de las emociones, serio, y orientado a los objetivos. Pero puede haber una mujer que se caracteriza por ejercer un liderazgo más masculino y hombres que posean un liderazgo femenino (…) y que aplica al momento de dirigir un equipo, por ejemplo", sostuvo.
Capacidades
Lo que no se puede ocultar es la capacidad de las mujeres a la hora de armar equipos y conectarse con las emociones de los trabajadores. Lo que es de gran ayuda a la hora de tener un panorama más claro de los roles que deben desempeñar cada uno.
Eso no es todo, también tienden a impulsar el desarrollo de las personas al interior de la organización, toman decisiones de manera más colaborativa, buscan establecer una comunicación efectiva
La gran ventaja
Contar con mujeres en puestos claves de las organizaciones es una gran ventaja, pues son las principales consumidoras en el mundo. "Puede marcar la diferencia desde el punto de vista de entender las necesidades actuales a nivel de consumidores" señaló Alejandra Sepúlveda, directora ejecutiva de Comunidad Mujer.
*Cambios * Se recomienda a las organizaciones propiciar un cambio a nivel social, pues existe el problema que las mujeres no ocupan altos cargos. ¿A qué se debe? Pues las empresas no se preocupan de preparar su talento y asumen que, alcanzado cierto nivel, optarán por el trabajo o la familia.
"Es un mito que la sociedad tiene enquistado y que es necesario eliminar", subrayó, Alejandra Aranda, socia fundadora de Humanitas Global Executive Searc