FOTOGALERÍA. Esta actividad, temida por muchos y aburrida para otros tantos, resulta ser un verdadero festín para los sentidos, en donde lo más importante es dejar llevarse por lo que estás viendo en escena sin importar el idioma en el que la ópera se encuentre escrita (ojo, eso no quiere decir que no haya subtítulos para entender lo que ocurre). Ese primer contacto con la ópera es vital y definitivo, pues de éste dependerá que te vuelvas aficionado y espectador recurrente o, en el peor de los casos, todo quede en un simple intento. Por ello, en GQ nos dimos a la tarea de recorrer los escenarios más sorprendentes, emblemáticos o particulares para disfrutar de una ópera. Si en tus próximas vacaciones visitas alguna de estas ciudades, bien podría ser un buen momento para “iniciarte” en este mundo…
Teatro Alla Scala, Milán, Italia. Lo que debes saber: sin lugar a dudas, uno de los escenarios de mayor tradición dentro del mundo operístico, además de ser uno de los públicos más complicados de convencer. Una leyenda urbana cuenta que en alguna ocasión