La empresa china que produce Flash 20, la “máquina más rápida del mundo” para hacer pruebas PCR y detectar el coronavirus en tan solo 30 minutos, planea ahora conquistar Europa y América.
En un laboratorio de Pekín, una asistente con bata rosa toma una muestra de las vías respiratorias, le añade reactivos y la coloca en un aparato blanco y negro del tamaño de una impresora.
Se trata de la máquina llamada Flash 20, que cuesta 300,000 yuanes (unos US$ 44,000) y sirve para detectar la presencia o ausencia del nuevo coronavirus.
La máquina da su veredicto en media hora y la persona examinada recibe directamente el resultado en su teléfono móvil.
“Puede ser útil para los hospitales y sus servicios de emergencia. Por ejemplo, cuando una persona herida necesita someterse a una operación. Podemos determinar rápidamente si está infectada o no”, dice Sabrina Li, presidenta y fundadora de la empresa Coyote.
“Actualmente es la máquina más rápida del mundo para la pruebas PCR del nuevo coronavirus”, dice esta exestudiante en Estados Unidos de 38 años, que fundó la compañía de biotecnología en el 2009.
Flash 20, que puede analizar cuatro muestras simultáneamente, es especialmente útil en caso de emergencia.
En China, los aeropuertos la utilizan para controlar a los pasajeros que llegan del extranjero. Y las autoridades sanitarias la han estado usando durante meses para hacer test a las personas en barrios confinados debido al COVID-19.
Test de Trump
China, el primer país que se enfrentó al nuevo coronavirus, afirma haber contenido la epidemia gracias a las cuarentenas, el uso de mascarillas y el seguimiento de los casos de contacto a través de datos personales.
Pero el virus sigue circulando activamente en otras partes del mundo. El número de muertos acaba de rebasar el millón.
La detección es una de las armas utilizadas para controlar la epidemia. Las pruebas virológicas PCR se consideran las más fiables, pero su manejo es complejo y a menudo lleva varias horas obtener un resultado. Por eso también se utilizan otros métodos.
El presidente Donald Trump anunció el lunes la distribución en Estados Unidos de 150 millones de kits de detección “rápida”. Tienen un aspecto similar a las pruebas de embarazo y pueden dar el resultado en 15 minutos.
Sin embargo tienen la desventaja que son mucho menos sensibles que las pruebas PCR.
Los responsables Coyote aseguran que su máquina Flash 20 no solo es rápida sino también confiable.
Entre febrero y julio, las autoridades chinas realizaron 500,000 test de validación. La conclusión fue que los resultados (positivos o negativos) de la máquina fueron un 97% similares a los de los test PCR convencionales.
Además de la certificación china, Flash 20 también obtuvo la certificación de la Unión Europea y de Australia. Coyote espera ahora obtener la certificación de Estados Unidos (FDA) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, dos máquinas están en proceso de validación en el Reino Unido. Y la compañía dice estar “en negociaciones” con compradores franceses.
¿Interés en occidente?
Pero, ¿estarán los países desarrollados interesados en un producto chino?
“Es cierto que occidente está mucho más avanzado en desarrollo tecnológico que Asia, especialmente China”, dice Zang Yuepeng, el director técnico de Coyote encargado de diseñar Flash 20.
Pero la epidemia de SARS (2003-2004) fue un choque para China y provocó una gran “reorganización” del sector, que desde entonces ha hecho grandes progresos en investigación y desarrollo, señala.
“Por eso pudimos diseñar y poner rápidamente este producto en el mercado después del brote” de COVID-19, dice Zang.
Los diseñadores de Flash 20 dicen que su máquina es fácil de usar y puede ser manejada por cualquiera, no solo por personal especializado.
El único freno por el momento es la capacidad de producción. Coyote solo puede producir 500 máquinas al mes. Sin embargo, planea duplicar esa cifra antes de que acabe el año.