Tomar hidroxicloroquina a diario para prevenir un posible contagio por COVID-19 tiene exactamente los mismos efectos que tomar un placebo, según los resultados de un ensayo clínico publicado este miércoles en la revista JAMA Internal Medicine.
Los investigadores de la Facultad de Medicina Perleman de la Universidad de Pensilvania encargados del ensayo, probaron la eficacia de este medicamento en personal sanitario, un colectivo con altas probabilidades de contagio, y descubrieron que las tasas de infección eran iguales entre los que tomaban hidroxicloroquina y los que tomaban un placebo.
También observaron que los niveles de infección fueron bajos entre los participantes, lo que los investigadores atribuyen a la eficacia de otras medidas de prevención como el distanciamiento social, el uso de equipo de protección personal y una higiene adecuada de manos.
“Este trabajo es el primer ensayo aleatorio del efecto profiláctico de la hidroxicloroquina”, ha explicado el investigador de la Universidad de Medicina de Pensilvania y autor principal del ensayo, Benjamin Abella.
“Y aunque la hidroxicloroquina es eficaz para tratar enfermedades como el lupus y la malaria, no vimos diferencias que nos lleven a recomendar su prescripción como medicamento preventivo para COVID-19 en los trabajadores de primera línea”, ha puntualizado.
La gravedad de la pandemia ha obligado a la comunidades científica y médica a tener que evaluar rápidamente medidas de prevención y tratamiento como algunos fármacos ya en uso como la hidroxicloroquina, que se consideró un posible medicamento preventivo capaz de evitar que el SARS-CoV-2, el virus causante del coronavirus, entrara en las células de los tejidos.
Para evaluarlo, Abella y Ravi Amaravadi, investigador del Centro de Cáncer Abramson y coautor del ensayo, se propusieron probar rigurosamente si tomar una dosis sustancial de hidroxicloroquina -600 miligramos diarios durante dos meses- tendría efectos en las tasas de infección y realizaron el estudio entre los trabajadores del hospital que están regularmente en contacto con pacientes de COVID-19.
Los investigadores pudieron analizar un grupo de 125 médicos, enfermeras, asistentes de enfermería certificados, técnicos de emergencia y terapeutas respiratorios que reclutaron para el estudio, todos ellos empleados en varias áreas de dos hospitales universitarios, incluidos las urgencias y las unidades específicas de tratamiento de coronavirus.
La mitad de los participantes en el estudio tomaron hidroxicloroquina y la otra mitad tomó un placebo equivalente (una píldora de celulosa), además, el estudio fue doble ciego, es decir, ni los investigadores ni los participantes sabían qué medicamento se les había asignado.
Se hicieron pruebas exhaustivas para comprobar rigurosamente quién se contagiaba del virus y cada persona recibió un test de anticuerpos al comienzo del estudio, a la mitad y al final, de las ocho semanas que duró el estudio, realizado entre el 9 de abril y el 14 de julio del 2020.
Los participantes también se sometieron a electrocardiogramas, dada la posibilidad de que la hidroxicloroquina cause problemas de ritmo cardíaco en los casos graves de COVID-19.
“Para probar realmente el potencial de la hidroxicloroquina como medicamento de prevención, creímos que era clave reclutar trabajadores de la salud con muchas horas de exposición física directa a los pacientes de COVID-19, y luego asignarlos al azar de manera doble ciego entre la hidroxicloroquina o un placebo compatible, y tratarlos durante un largo período de tiempo”, ha detallado Amaravadi.
Los participantes del ensayo fueron monitoreados todo el tiempo para controlar su seguridad.
Al final del estudio, se contagió el 6.3% de los que habían tomado hidroxicloroquina y el 6.6% de los que habían recibido el placebo, y ninguno requirió hospitalización.
Además, no se detectó ninguna diferencia en los ritmos cardíacos en ningún participante, lo que mostró que aunque el medicamento no tenía ningún efecto preventivo, tampoco es perjudicial, más allá de ciertos efectos secundarios temporales como la diarrea.
“Las diferencias que vimos fueron insignificantes. Y los que sí contrajeron el virus, ya sea que estuvieran tomando hidroxicloroquina o no, eran todos asintomáticos o presentaron síntomas muy leves”, según Amaravadi.
Aunque un ensayo mucho más amplio podría variar los resultados, este estudio sugiere poner más atención a otras formas de prevención, como las vacunas.