¿Y qué le dirías a alguien que tiene muchos años en un puesto de trabajo y no desea caer en la rutina?. “Si no se a dónde voy, cómo puedo saber el camino?” Sí, le diría eso. Si no se a dónde voy, ¿cómo puedo saber el camino?
Recibí esta pregunta a mi cuenta de Instagram. La pregunta intenta generar una respuesta. Da un dato: muchos años en el mismo puesto. Y una situación: no desea caer en la rutina. Para que la respuesta lógica sea “busca un cambio”. Es así como siempre nos autoengañamos. Damos cosas por sentadas sin pensar en ello.
Antes de decir que estás cayendo en la rutina debes saber a dónde vas. Hay muchas personas que viven en rutina, pero en una feliz rutina.
Otros sentimos que caemos en una rutina incómoda. Creemos que no sabemos lo que debemos hacer, cuando lo que en verdad no sabemos es a dónde queremos ir. Porque cuando esa respuesta la tienes, lo que hay que hacer también lo sabes.
Dos ejemplos. Enrique, estudiante de arquitectura. 19 años. Decidió dónde quería ir. Ser el primero en su clase al terminar el ciclo. A partir de allí, rutina de esfuerzos, amanecidas, mucho estudio. Plan de trabajo. Feliz y sin quejarse. Porque estaba recorriendo el camino para llegar al destino que había decidido. Resultado: el primero de la clase.
Decita, mi madre, 92 años. Decidió dónde quería ir. Regalar en Navidad bufandas hechas a mano por ella a todos sus hijos y nietos. En total, 20. A partir de allí compró lana y empezó a tejer con rutina y disciplina. Muchas horas, mucho esfuerzo. Plan de trabajo. Feliz y sin quejarse. Resultado: el 24 de diciembre todos recibimos nuestras bufandas.
Ni el género, ni la edad, ni el objetivo, cambian el proceso. Primero es saber a dónde quieres ir?, qué es lo que quiere conseguir?, y con esa decisión clara, inmediatamente sabrás lo que tienes que hacer para conseguirlo. Y pondrás a ello disciplina, rutina y plan de trabajo. Estarás feliz.
Muchos años en un puesto de trabajo no es en sí mismo ni bueno ni malo. Será malo si no te apetece hacerlo. En ese momento no necesitas cambiar sino saber qué es lo que te ilusiona.
Para ello tienes tres preguntas:
Primero, qué se hacer bien y me sale bien.
Segundo, disfruto haciéndolo
Tercero, es bueno para alguien además de para mi mismo.
Aquella actividad en que coincidan las tres preguntas es a lo que debes dedicarte. Y verás el camino.