Santiago, (AFP).- Con marchas, homenajes al fallecido expresidente Salvador Allende y a miles de asesinados y torturados, Chile iniciaba este domingo la conmemoración de los 43 años del golpe de Estado que instauró la dictadura de Augusto Pinochet.
La Moneda, la sede de gobierno que soportó los bombardeos el 11 de setiembre de 1973, fue el centro del primer acto oficial de la jornada con un homenaje a Salvador Allende encabezado por la presidenta socialista, Michelle Bachelet.
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En la sede gubernamental aún resuenan "los ecos del más doloroso hito de nuestra historia reciente", que culminó con el retorno a la democracia en 1990, señaló Bachelet en un breve y sentido discurso.
"Hoy, Chile conmemora lo ocurrido 43 años atrás, aquello que nunca más volverá a ocurrir porque tenemos una certeza irrenunciable (de que) mientras la luz de la memoria siga viva, nadie estará vencido y nadie estará olvidado", afirmó la mandataria.
Calles del centro de Santiago amanecieron valladas y con mayor custodia policial que la habitual para asegurar el orden durante una marcha que recorrerá varios kilómetros de Santiago.
El sonido de los tambores frente a La Moneda arrancó pasadas las 10H40 (13H40 GMT) y seguirá su curso hacia el Cementerio Central de Santiago, donde los familiares de las víctimas de la dictadura, que aún claman por justicia, homenajearán a los más de 3.200 muertos y desaparecidos que dejó el régimen.
Como es habitual en esta fecha, en Santiago y otras regiones se produjeron barricadas e incidentes menores en la medianoche y las primeras horas de la jornada, informó la Policía.
Bachelet destacó los avances en políticas de derechos humanos y aseguró que se ampliarán los espacios destinados a mantener la memoria del régimen. Las organizaciones de derechos humanos manifiestan que aún hay medidas pendientes como cerrar una cárcel levantada para retener a los militares condenados por crímenes cometidos durante la dictadura.