El próximos martes el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, acudirá al Congreso de la República a pedir la cuestión de confianza por seis proyectos de reforma política:
1. Que las personas condenadas no puedan ser candidatos
2. Que la inmunidad parlamentaria no se convierta en impunidad.
3.Eliminar el voto preferencial y que sea la población la que lo defina en esa previa selección.
4. Que cualquier ciudadano y ciudadana pueda participar en la selección de candidatos de las organizaciones políticas, a través de elecciones internas.
5. Garantizar la participación política de las mujeres con paridad y alternancia.
6. Prohibir el uso de dinero sucio en las campañas electorales.
De darse la cuestión de confianza, el Congreso deberá debatir los proyectos mencionados. Sin embargo, tanto el presidente de la República, Martín Vizcarra, como el premier, han pedido que 'se mantenga las esencia de los proyectos y que no se desnaturalicen'.
¿Qué pasa si no se mantiene la 'esencia'?
El constitucionalista Samuel Abad recordó que, el año pasado, se dio la cuestión de confianza pero "se desnaturalizó el modelo parlamentario e introdujeron cambios que buscaban limitar la cuestión de confianza".
"Si se hubiera aprobado no se podría presentar la cuestión de confianza, entonces el presidente dijo: esto no va. Entonces, lo que está planteando ahora, a la luz de la experiencia, es que las propuestas que plantean sean aprobadas por el Congreso. Si el sentido básico de las propuestas no se respeta, lo que va a ocurrir es que el Congreso en realidad no le está dando la cuestión de confianza, lo que abriría la posibilidad que el presidente disponga la disolución del Congreso", explicó a gestion.pe.
En ese sentido, aclaró que no es el 'cierre del Congreso' sino 'la disolución del Congreso' en la medida que la Comisión Permanente mantiene sus funciones.
"El tema, por el lado del Congreso, es ser consecuente con el voto de confianza. Si le doy la confianza en los temas que él [Martín Vizcarra] planeta estoy diciendo que los proyectos van; pero si le doy la confianza y luego cambio los proyectos los congresistas estarían demostrando que no le dieron la confianza; lo que habilitaría una posible disolución del Congreso", sostuvo.
En ese contexto, resaltó que la figura de la disolución parlamentaria viene de modelos europeos que buscan que, en caso haya un conflicto entre el Ejecutivo y Legislativo, el pueblo decida a través del voto en las elecciones si se mantiene o no la conformación del Congreso.
"En consecuencia, ante un conflicto entre el Ejecutivo y el Congreso quien decide qué sucede es el pueblo", subrayó Abad.
Cabe precisar que de no darse la confianza sería la primera vez que se disuelve el Congreso. "Este mecanismo aparece en la Constitución de 1979. Lo de Alberto Fujimori fue un golpe de Estado y eso no está previsto en la Constitución, por el contrario, está prohibido; mientras que la figura de la disolución si está prevista. No se puede comparar", precisó.