La reacción cultural contra la invasión rusa de Ucrania se intensificó el martes cuando el Festival de Cine de Cannes dijo que ninguna delegación rusa sería bienvenida este año y el Festival de Venecia anunció proyecciones gratuitas de una película sobre el conflicto del 2014 en la región oriental de Donbás en Ucrania.
Los anuncios de los dos principales festivales de cine de Europa se produjeron inmediatamente después de otras protestas prominentes en las artes, incluida la decisión de Hollywood de retirar películas que iban a estrenarse en Rusia y la decisión de la Filarmónica de Múnich de despedir al director principal Valery Gergiev.
La orquesta, junto con otras orquestas y festivales vinculados a Gergiev, citó el apoyo del músico al presidente ruso Vladimir Putin y su negativa a rechazar la invasión.
Cannes, que está programado para mayo, es el festival de cine más global y su villa internacional recibe anualmente a más de 80 países del mundo.
En un comunicado, los organizadores del festival dijeron que la prohibición de cualquier delegación oficial rusa o personas vinculadas al Kremlin se mantendría “a menos que la guerra de asalto termine en condiciones que satisfagan al pueblo ucraniano”.
El festival no descartó aceptar películas de Rusia. En los últimos años, Cannes ha exhibido películas de cineastas como Kirill Serebrennikov, aunque el director no ha podido asistir. Serebrennikov tiene una prohibición de viaje de tres años luego que el gobierno ruso lo acusó de malversación de fondos en un caso que generó protestas entre la comunidad artística rusa y europea.
Hollywood continuó retirando sus películas de los cines rusos. Después de que Walt Disney Co., Warner Bros. y Sony anunciaran que dejarían de distribuir películas en Rusia, incluyendo la muy esperada “The Batman” de Warner, Paramount Pictures se les unió el martes. Eso incluye próximos estrenos como “Sonic the Hedgehog 2″ (”Sonic 2: La película”) y “The Lost City” (“La ciudad perdida”).
Mientras tanto, el Festival de Cine de Venecia dijo que estaba organizando proyecciones gratuitas de la película “Vidblysk” (“Reflejo”), sobre el conflicto en la región oriental de Donbás en Ucrania, como una señal de solidaridad con el pueblo ucraniano.
Las proyecciones están previstas para la próxima semana en Roma, Milán y Venecia.
La película, que se presentó en competencia en Venecia el año pasado, cuenta la historia de un cirujano ucraniano aprisionado por Rusia durante el conflicto de Donbás en el este de Ucrania.
En el 2014, Rusia apoyó una insurgencia en la región de este de Ucrania, en su mayoría de habla rusa, conocida como Donbás, donde los rebeldes respaldados por Rusia tomaron edificios gubernamentales y proclamaron la creación de “repúblicas populares”.
“Vidblysk” muestra los horrores de la guerra, así como los esfuerzos del cirujano por reconstruir las relaciones después de ser liberado.
Fue dirigida por el cineasta ucraniano Valentyn Vasyanovych, cuya película “Atlantis” en el 2019 también estaba ambientada en el este de Ucrania y abordó temas similares de guerra y trauma. “Atlantis” ganó el premio a la mejor película en la sección experimental Horizontes del Festival de Cine de Venecia 2019 y fue la candidata de Ucrania a los Oscar.
A principios de esta semana, la exposición de arte de la Bienal de Venecia, de la que forma parte el festival anual de cine, anunció que el curador y los artistas del pabellón de Rusia habían renunciado a sus cargos para protestar por la guerra en Ucrania.
La semana pasada, la Unión Europea de Radiodifusión anunció que a Rusia no se le permitiría participar en un acto para el Festival de la Canción de Eurovisión de este año, que se llevará a cabo en Turín en mayo.
La ganadora del concurso de Eurovisión del 2016 fue la cantante ucraniana Jamala, que ganó con una canción sobre las deportaciones de tártaros de Crimea en 1944 por parte del dictador soviético Josef Stalin. El martes, se supo que había huido de Ucrania a Turquía con sus dos hijos.
Jamala, una tártara de Crimea, dijo en Estambul que nunca imaginó que terminaría compartiendo el mismo destino que su abuela, de quien dijo que “tenía solo 15 minutos para empacar” durante las deportaciones forzadas de 1944.
La cantante afirmó que se fue de Kiev a Ternopil, en el oeste de Ucrania, donde pensó que su familia estaría a salvo, pero decidió cruzar a Rumania cuando se despertó con el sonido de las explosiones allí también. Su esposo, como todos los hombres de 18 a 60 años, permaneció en Ucrania.