Rusia intensificó este martes la ofensiva en Ucrania lanzando una operación mayor contra Kiev, un severo bombardeo contra Járkov, y un asedio contra el puerto de Mariúpol, lo que llevó al presidente ucraniano a volver a pedir ayuda a los europeos.
Imágenes satelitales captaron durante la noche una columna de más de 60 kilómetros de vehículos y artillería rusos que avanzaban en dirección a Kiev.
En sintonía con el avance hacia la capital el ejército ucraniano movió su dispositivo hacia el oeste y el norte de la ciudad, constató un periodista de la AFP.
“Los tiros y los bombardeos nos despertaron durante toda la noche” contó Natacha, que abrió una cantina para soldados y voluntarios en la localidad de Chaika, al oeste de Kiev, donde nevó durante la noche.
El ejército ruso instruyó a los civiles de Kiev que vivan cerca de infraestructuras de inteligencia ucranianas a que evacuen la zona porque prepara ataques contra esos blancos.
También este martes Rusia bombardeó el centro de Járkov, una ciudad de 1.4 millones de habitantes no lejos de la frontera.
Al menos 18 muertos y 26 heridos es el saldo de los bombardeos, según reportes de los servicios de socorro.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó los bombardeos como un “crimen de guerra” y señaló que la defensa de la capital, Kiev, es la “prioridad”.
Los rusos parecían registrar avances en el sur del país, en la región del mar de Azov.
El puerto Mariúpol estaba sin electricidad por los bombardeos y el gobernador de la región, indicó que la localidad de Volnovaja, con 20,000 habitantes, quedó casi “destruida”.
Esta zona es clave ya que permite a los rusos unir la península de Crimea -anexada por Moscú en el 2014- con los territorios de los separatistas ucranianos.
El ministerio de Defensa ruso informó que las milicias separatistas de Donetsk se unieron “a las unidades militares de las fuerzas armadas de la Federación Rusa, que tomaron el control de las zonas ucranianas a lo largo del mar de Azov”.
El comandante de las fuerzas separatistas del territorio prorruso de Donestk, Eduard Basurin, indicó que Mariúpol “quedará cercada por completo” este martes.
Balance humano incierto
El balance del conflicto es incierto. La ONU reportó 102 muertos entre los civiles y 304 heridos, pero reconoce que el balance puede ser mayor.
Las fuerzas rusas no han publicado ningún balance de lo que califican como “operación militar especial”, pero reconocieron que sufrieron bajas.
La ONU estima que más de 660,000 personas han huido de Ucrania. La situación “parece camino a convertirse en la crisis de refugiados más grande de Europa en este siglo”, afirmó la portavoz de la agencia para los refugiados (Acnur).
Ante el avance de los rusos, Zelenski, instó el martes a la comunidad internacional a vetar a Rusia de “todos los puertos” y “aeropuertos del mundo”, un llamado recogido por el gigante danés de transporte marítimo Maersk que anunció la suspensión de los viajes a puertos rusos.
Zelenski habló este martes ante el Parlamento Europeo por videoconferencia y reiteró su petición de integrarse a la Unión Europea (UE) de forma inmediata e instó a los europeos que prueben que están con su país.
“Europa será más fuerte con Ucrania en su seno. Sin ustedes, Ucrania estará sola. Nosotros hemos probado nuestra fortaleza. Por eso, prueben que están con nosotros, prueben que no nos abandonarán”, dijo en un dramático llamado que fue aplaudido por el pleno.
Si bien una entrada rápida de Ucrania a la UE parece descartada, los líderes europeos expresaron su apoyo a Ucrania y Alemania prometió más sanciones.
El presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, acusó a Rusia de cometer “terrorismo geopolítico” y el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, instó a poner fin inmediatamente al “baño de sangre”.
Destrucción económica
Zelenski pidió la “destrucción económica” de Rusia, en un momento en que las sanciones adoptadas por Estados Unidos, Europa y los países aliados tienen una magnitud histórica.
Las medidas punitivas incluyen cierres del espacio aéreo, exclusión de un importante sistema internacional de transferencias financieras, bloqueo de divisas y sanciones individuales contra la elite politica, gubernamental y empresarial.
“Estamos dispuestos a intensificarla y mantenerla (la presión, ndlr) tanto tiempo como sea necesario”, dijo este martes el primer ministro británico Boris Johnson, de visita en Polonia.
La presión abarca todos los frentes. El Comité Olímpico Internacional recomendó la exclusión de Rusia de todas las competiciones. Entre otras medidas, Rusia quedó fuera de la Copa del Mundode fútbol y de la federación de rugby, y este marte perdió la sede del Mundial de voeibol.
Las primeras negociaciones entre ambos bandos, celebradas el lunes en Bielorrusia, culminaron sin ningún alto el fuego y las delegaciones volvieron a sus capitales para realizar consultas, sin fijar fecha para otro encuentro.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que Putin fue informado de las conversaciones pero que es demasiado pronto para “evaluar” el resultado del diálogo.
En ese marco el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, dijo que sus tropas continuarán la ofensiva hasta que logren sus objetivos.
El ministro recordó que su país quiere una “desmilitarización” y la “desnazificación” de Ucrania, así como protegerse de la “amenaza militar creada por los países occidentales”.
En la sede la ONU en Ginebra, numerosas delegaciones, entre ellas la de Ucrania y los países occidentales, boicotearon la intervención online del canciller ruso Serguéi Lavrov en una conferencia de Desarme y en la sesión del Consejo de Derechos Humanos, dejando la sala casi vacía.
Más tarde, el secretario de Estado, Antony Blinken, sugirió que Rusia puede ser excluida del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La ONU lanzó un llamado a recaudar US$ 1,700 millones en ayuda de emergencia para Ucrania, ya que estima que 12 millones de personas dentro de ese país invadido por Rusia van a necesitar ayuda y proyecta que unos cuatro millones de desplazados podrían requerir ayuda en los países vecinos en los próximos meses.