Rusia dijo que para el jueves elaborará acuerdos prácticos para que las empresas extranjeras paguen su gas en rublos, lo que aumenta la probabilidad de que haya disrupciones en el suministro, ya que los países occidentales han rechazado hasta ahora la demanda de Moscú de un cambio de moneda.
La orden del presidente Vladimir Putin de la semana pasada de cobrar el gas ruso en rublos a los países “no amistosos” dio impulso a la moneda tras tocar mínimos históricos cuando Occidente impuso amplias sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania, lo que también hizo subir los precios del gas en Europa.
“Nadie suministrará gas gratis, es simplemente imposible, y sólo se puede pagar en rublos”, señaló el martes a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
La medida suscitó fuertes críticas de los países europeos, que pagan el gas ruso sobre todo en euros y dicen que Rusia no tiene derecho a modificar los contratos. Los países del G-7 rechazaron esta semana las exigencias de Moscú.
Hasta ahora, Moscú ha cumplido sus obligaciones contractuales de suministro de gas a Europa.
Peskov afirmó que, de acuerdo con el plazo del 31 de marzo fijado por Putin, “se están desarrollando todas las modalidades para que este sistema sea sencillo, comprensible y factible para los respetados compradores europeos e internacionales”.
La exigencia de Putin también avivó los temores en Alemania, la primera economía europea, sobre grandes disrupciones en el suministro de gas en caso de que las empresas de servicios públicos no paguen en rublos, y cómo esto afectaría a la industria y los hogares.
Los datos de Gas Infrastructure Europe muestran que los niveles de almacenamiento de gas en el continente se sitúan actualmente en sólo el 26%, lo que pone de manifiesto el reto que supone sustituir a Rusia como proveedor de energía.
Markus Krebber, director general de la mayor empresa de servicios públicos de Alemania, RWE, y cliente de Gazprom, declaró con anterioridad que un cese total de las importaciones de gas ruso podría tolerarse durante un periodo muy breve.
Alemania necesitaría tres años para organizar un suministro de gas alternativo para independizarse de Rusia, declaró el lunes el director general de la empresa de servicios públicos E.ON.
Peskov indicó que Rusia, que dice estar llevando a cabo una “operación militar especial” en Ucrania y tiene derecho a defenderse de las sanciones, ha sido y será un proveedor fiable de gas. No obstante, las empresas extranjeras tendrán que comprar rublos y usarlos para hacer pagos por el gas, añadió.
Por otra parte, Valentina Matviyenko, presidenta de la Cámara alta del Parlamento, dijo que Rusia está preparada si Europa se niega a comprar suministros energéticos rusos. Si eso ocurriera, podría redirigir los suministros a los mercados asiáticos, entre otros, según citó la agencia de noticias TASS.
Las entregas de gas ruso a Europa a través de tres rutas de gasoductos clave se mantenían en general estables el martes por la mañana, con pocos cambios respecto al lunes por la noche.