Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) abordarán en su próximo Consejo, que tendrá lugar en Bruselas el lunes, cómo fortalecer las relaciones con los países de América Latina y el Caribe y con la región en su conjunto, incluido con la celebración de una cumbre birregional.
Los jefes de la diplomacia de los Veintisiete debatirán la posibilidad de celebrar una cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en la segunda mitad del 2023, algo que no sucede desde el 2015, indicaron fuentes comunitarias.
El “gran cambio geopolítico” por la agresión militar rusa en Ucrania ha motivado que la UE busque estrechar los contactos con el resto del mundo y, en esa perspectiva, los países de Latinoamérica y el Caribe son “particularmente importantes”.
“La mayor parte de ellos comparten nuestros valores y enfoque sobre gobernanza internacional”, comentaron las fuentes europeas, que recordaron que mayoritariamente han votado junto con la UE en las Naciones Unidas contra la invasión rusa de Ucrania,
“Tenemos muchas cosas que hacer con ellos”, recalcaron, en un contexto de reforzar la posición de la UE como socio fiable para la región en las próximas décadas.
No obstante, admitieron que la UE lleva cierto retraso en las relaciones con la región, y señalaron que mientras que con algunos países se han logrado avances, con otros “aún tenemos que ir a por una relación estructurada”.
Así, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha incluido en la agenda del Consejo del lunes la discusión sobre Latinoamérica y el Caribe.
“Borrell quiere ir más allá de las discusiones filosóficas o teóricas” sobre América Latina, indicaron las fuentes, que explicaron que el Consejo ha elaborado una hoja de ruta hacia el 2023 que prevé un refuerzo de la UE en la región y en sus relaciones bilaterales.
“Trabajamos en ello con capítulos en cambio climático, digital, seguridad energética, comercio”, apuntaron sobre lo que consideran una “propuesta bastante sustanciosa que intentamos hacer a los países latinoamericanos”.
Entre los objetivos de la UE en América Latina y el Caribe, se encuentra el intensificar el compromiso de alto nivel y tener más visibilidad o impulsar alianzas políticas entorno a asuntos prioritarios (transiciones verde y digital, economía sostenible e integradora, desarrollo humano y seguridad interior, lucha contra la delincuencia transnacional y organizada).
También la promoción de la paz, la democracia y los derechos humanos y la asistencia humanitaria, así como el reforzar y completar la red de acuerdos comerciales y de asociación.
Precisamente, uno de los grandes asuntos pendientes para la UE en Latinoamérica es la ratificación de los acuerdos de asociación negociados con México y Chile, y las fuentes comunitarias señalaron que Borrell “está trabajando muy duro” para que esto se produzca.
En definitiva, el lunes los ministros europeos abordarán “cómo mejorar las relaciones con América Latina en las actuales condiciones”, según las fuentes comunitarias.
El Consejo considerará, en particular, la invitación de la actual presidencia argentina de la Celac de celebrar una reunión de ministros de Exteriores de ambas regiones en Buenos Aires en octubre, concluyeron.
América Latina y el Caribe engloba como región a 33 países, dos socios estratégicos (México y Brasil), tres países del G20 (Argentina, México y Brasil, siendo este último el que ocupará la presidencia del G20 en el 2024), y cuatro miembros de la OCDE.
Según cifras del Servicio Europeo de Acción Exterior, en el 2021 el comercio entre la UE y la región volvió a los niveles anteriores a la pandemia (un 4.7% más en comparación con el 2019).
La UE tiene acuerdos de asociación, comerciales o políticos y de cooperación con 27 de los 33 países, una de las redes más densas del mundo.
Para la UE, Latinoamérica también puede ayudarle a asegurar el suministro de energía, alimentos y materias primas al contar con vastas reservas de petróleo y gas y un “enorme potencial” para producir hidrógeno competitivo con bajas emisiones de carbono, mientras que Chile tiene las mayores reservas de litio del mundo.