Mientras las selecciones que jugarán la Copa del Mundo y sus aficionados llegan a Rusia de cara al comienzo del torneo, oficiales de policía de todas las naciones competidoras también están viajando al país para ayudar a evitar actos de vandalismo y la amenaza de cualquier ataque terrorista.
Rusia ha desplegado miles de policías en las 11 ciudades sedes para hacer frente a la afluencia de hinchas potencialmente alborotadores, además de otras amenazas a la seguridad general.
Pero no estarán solos. Independientemente de cualquier diferencia política con el Gobierno ruso, los 32 países participantes del evento enviaron oficiales para ayudar a la policía local a detectar a los alborotadores y evitar que los hinchas tengan problemas con las autoridades.
Ubicado en un centro de entrenamiento del Ministerio del Interior en Moscú, el centro de cooperación policial que reúne a policías de distintas partes del mundo fue inaugurado el martes y calificado por su jefe, el coronel Roman Azyavin, como "una sola familia de policías internacionales".
Algunos de los países que competirán en el Mundial tienen débiles relaciones con Rusia, a raíz de problemas diplomáticos que van desde el envenenamiento de un exespía ruso en Reino Unido al conflicto en Siria. Sin embargo, no hay lugar para quejas en la misión.
"Eliminamos los temas políticos de la vigilancia policial", dijo Joseph Stokoe, inspector jefe de la Policía Metropolitana de Londres. "Estamos aquí para garantizar que la Copa del Mundo sea segura y confiable", resaltó el oficial.
Las autoridades locales, que esperan borrar los recuerdos de la pelea en la que participaron aficionados rusos en Marsella en la Eurocopa 2016, se han comprometido a frenar la violencia.
Hinchas ingleses también estuvieron involucrados en esos enfrentamientos, por lo que Stokoe dijo que policías británicos estaban patrullando los aeropuertos y trabajando en las calles para ayudar a eliminar cualquier problema.
Centro de Comunicación
En ciudades como Volgogrado, donde Inglaterra enfrentará a Túnez, el comportamiento eufórico en algunos sitios podría ser considerados un insulto por los lugareños.
Anteriormente conocida como Stalingrado, la ciudad albergó la batalla más grande y sangrienta de la Segunda Guerra Mundial, por lo que monumentos y antiguos campos de batalla salpican sus calles.
"Los hinchas ingleses no son estúpidos", dijo Stokoe. "Quizás puedan divertirse en los bares, pero no en las calles u otros sitios icónicos", agregó.
Además de las medidas tomadas, las autoridades rusas también están examinando a los aficionados que entran al país con la ayuda de las tarjetas de identificación de los hinchas, un documento obligatorio para asistir a los partidos y demostrar que su dueño ha sido aprobado por las autoridades rusas.
Con banderas de todos los países participantes del Mundial colgando en las paredes, el centro de cooperación sirve como un centro de comunicación para las fuerzas policiales extranjeras.
Dos oficiales de los países competidores estarán allí para interactuar con los que estén en terreno, mientras se coordinan los esfuerzos de seguridad con las autoridades rusas en la misma sala.
"Es un asunto de la policía rusa hacer cosas para proteger a los hinchas polacos de los barrabravas rusos", dijo el capitán de la policía polaca Wojciech Dobrowolski.