Los desequilibrios subyacentes en las tensiones comerciales se concentran ahora en los países ricos, y los aranceles no contribuyen a solucionarlos, dijo el Fondo Monetario Internacional (FMI).
China, que hace diez años contaba con el mayor superávit en cuenta corriente del mundo, está cerca de un comercio equilibrado "en consonancia con los fundamentos", dijo el FMI en su informe anual sobre cómo interactúan las economías. Los mayores excedentes y déficits ahora se encuentran principalmente en países desarrollados como Alemania y Estados Unidos.
La conclusión contrasta con la insistencia del Gobierno de Trump de que China está distorsionando el comercio mundial, una afirmación que a menudo esgrime en apoyo a la guerra comercial que está alarmando a los mercados financieros.
El conflicto entre las dos mayores economías del mundo se encuentra en un momento de calma mientras se reanudan las conversaciones. Pero los riesgos siguen siendo evidentes.
Esta semana, China ha informado del crecimiento económico más lento desde al menos 1992. En Estados Unidos, la Reserva Federal señala el impacto de la guerra comercial como la razón principal por la que está dispuesta a reducir las tasas de interés por primera vez en diez años.
Sin impacto
El FMI dijo que los intentos de abordar los desequilibrios comerciales mediante gravámenes a las importaciones están dañando la economía mundial sin solucionar el problema.
"Las medidas recientes de política comercial están afectando los flujos comerciales mundiales, la inversión y el crecimiento", señaló. No han tenido "ningún impacto perceptible en los desequilibrios externos hasta ahora".
Pero el estudio del Fondo incluía cierto apoyo a la campaña paralela de Trump contra Europa.
El FMI midió en qué medida las economías mundiales se alejan de un equilibrio comercial, en el que las importaciones de un país son iguales a sus exportaciones. Descubrió que la cifra "se redujo" a aproximadamente el 3% del PBI mundial el año pasado, muy por debajo de los máximos alcanzados antes de la crisis financiera de 2008, aunque aún es significativamente mayor que en los años noventa.
Lo que cambia es la geografía.
El superávit histórico de China ha desaparecido en gran medida, y los mayores desequilibrios de este tipo se encuentran ahora en los países desarrollados, como las economías orientadas a la exportación de Alemania y los Países Bajos, así como Corea.
Trump critica a Europa por mantener su moneda artificialmente débil para impulsar las exportaciones, y ha amenazado con gravar los automóviles importados de la Unión Europea.
Entre los países con déficit, el Fondo señaló las persistentes desigualdades comerciales de Estados Unidos y el Reino Unido.
"Se necesita mayor urgencia" para abordarlos, dijo el FMI, pero no a través del proteccionismo: “es esencial que todos los países eviten las políticas que distorsionan el comercio".
En cambio, dijo que los países deficitarios necesitan un conjunto de medidas para mejorar las habilidades de los trabajadores y hacer que los mercados laborales sean más flexibles, mientras que los países con superávit como Alemania deberían gastar más dinero público en aspectos como infraestructura.
El FMI no recomienda que todos los países deban aspirar siempre a un comercio perfectamente equilibrado. Dice que a menudo hay buenas razones para que deseen tener déficits o excedentes.
Pero calcula que más de un tercio de los existentes, equivalente a aproximadamente el 1.2% del PBI mundial, son "excesivos", lo que significa que son mayores a lo necesario para que la economía alcance su potencial a largo plazo.