En la capital de Venezuela chavista, Caracas, el 50% de los pagos de alimentos, medicamentos y servicios se realizan en dólares, según un estudio de dos consultoras locales, un fenómeno que ocurre en medio de la dolarización informal.
Una medición de la firma Anova Policy y el Observatorio Venezolano de Finanzas, realizada en 354 establecimientos de Caracas, reveló que en febrero 34.3% de las compras en supermercados, farmacias, ferreterías, entre otros comercios, se han cancelado con divisas en efectivo. En diciembre del pasado año, esos pagos representaban 27.5%.
El resto de las cancelaciones en moneda extranjera se efectúan con tarjetas o transferencias bancarias, agregó el estudio.
En Venezuela circulan más divisas desde que el ilegítimo gobierno chavista de Nicolás Maduro flexibilizó en el 2019 los controles a la economía como una forma de impulsar a comercios y empresas, bajo el colapso económico y las sanciones estadounidenses.
Maduro ha reconocido en varias alocuciones públicas que el dólar funciona como una “válvula de escape”, aunque aún se hacen cancelaciones en la moneda local, el bolívar, cuyo valor se ha deteriorado por la elevada inflación, según el estudio.
Este año, el régimen chavista ha tenido como lineamiento “fortalecer el bolívar” luego de la desaceleración de la inflación en los últimos meses del 2021, por lo que entre otras medidas ha contemplado un impuesto a las transacciones en divisas, aprobado por el Parlamento hace varias semanas, pero que aún no se ha publicado en la Gaceta Oficial.
Para analistas y empresarios ese tributo no garantiza la recuperación de la moneda venezolana.
“La gente querrá bolívares cuando vea que hay estabilidad de la inflación”, dijo el economista José Guerra, miembro del Observatorio de Finanzas. “El 99% de los comerciantes piensa en el dólar para fijar precios pero las regulaciones y el temor a multas hacen que el 62.7% de la fijación de precios sea en bolívares. Es una dolarización incompleta”, agregó.