Si el presidente de Estados Unidos quiere precios más bajos en las estaciones de gasolina, no necesita depender de la OPEP. Tiene un inventario de emergencia de 660 millones de barriles de petróleo a su disposición.
Liberar parte de ese crudo en septiembre u octubre podría hacer caer los precios de la gasolina antes de las elecciones de mitad de período de noviembre.
Trump también podría usarlo como una herramienta para convencer a los compradores de petróleo iraní para que suspendan sus compras en el período previo al 4 de noviembre, cuando se restablecerán las sanciones estadounidenses contra la República Islámica.
"Para que la administración Trump negocie con los compradores de crudo iraní, probablemente es más útil en términos estratégicos que ofrezcan un retiro de la SPR [Reserva Estratégica de Petróleo] como una fuerza compensatoria para la estrechez del mercado", dijo Kevin Book, director general de la consultora ClearView Energy Partners en Washington.
EE.UU. se prepara para liberar algo de petróleo. El Congreso ordenó la venta de 11 millones de barriles a partir del 1 de octubre y un proyecto de ley de gasto del gobierno enviado al Congreso podría agregar otros 4 millones de barriles. Pero Trump tiene facultades de emergencia para liberar hasta 30 millones de barriles más.
"Cuarenta y cinco millones de barriles que lleguen al mercado en un plazo relativamente corto sería algo grande", dijo Book.
Efecto en el mercado
Recurrir a las reservas además de que otras naciones compensen la pérdida de barriles iraníes puede ser un uso legítimo de los inventarios, pero solo proporcionaría alivio a corto plazo, dijo Robert McNally, ex consejero en materia energética del presidente George W. Bush y presidente de la consultora Rapidan Energy Group.
"Washington no puede estabilizar el mercado mundial del petróleo con la SPR", advirtió. "Si decide usar la SPR para combatir las fuerzas fundamentales, puede ganar batallas cortas y temporales, pero perderá la guerra".
Dependiendo del tamaño y el momento, una venta de petróleo podría no tener efecto sobre el mercado, o tener un impacto real, aunque fugaz, en los precios.
"Cuando la venta de la SPR se produce ante una estrechez real -buenos ejemplos de esto son Katrina, la primera guerra del Golfo-, la respuesta de los precios es bastante dramática, incluso si es de corta duración", señaló Book.
El exjefe de la Administración de Información de Energía Guy Caruso es más escéptico. "No es suficiente petróleo para hacer una gran diferencia en el mercado global", sostuvo.
El secretario de Energía, Rick Perry, desestimó la semana pasada la idea de liberar petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo en respuesta a Irán, pero la decisión finalmente será del presidente. Anteriormente, Perry y Trump han tenido posiciones opuestas sobre el papel de las reservas y Trump ha propuesto vender la mitad de las reservas para reducir el déficit.
El Departamento de Energía no respondió a una solicitud de comentarios.
Puede ser demasiado pronto para especular sobre lo que hará la administración, señaló Caruso. "Una gran parte de esto sería ver qué hacen los sauditas y, en segundo lugar, qué cantidad de las exportaciones iraníes en realidad disminuirán por las sanciones".