El Comité Olímpico Internacional (COI) va a comprar vacunas para los participantes en los Juegos Olímpicos de verano de Tokio de este año y para los de invierno de Pekín del 2022, en lo que supone un primer anuncio en este sentido para proteger estos eventos.
El asunto no deja de ser delicado, en un momento en el que faltan vacunas para personas vulnerables y el COI camina sobre el alambre haciendo equilibrios: “anima” a la vacunación de los deportistas, pero sin hacerla obligatoria ni reclamar que sea una prioridad para personas en perfecto estado de salud.
En este contexto, las autoridades olímpicas chinas han ofrecido “poner a disposición dosis adicionales para los participantes” en los Juegos de Tokio y Pekín, anunció el presidente del COI, Thomas Bach, reelegido el miércoles para cuatro años más de mandato.
La instancia olímpica, que se enfrenta al desafío sin precedentes de organizar en un plazo de ocho meses dos ediciones de Juegos Olímpicos en plena pandemia, va a “pagar” por esas inyecciones, que se destinarán “no solo a los equipos olímpicos, sino también a los paralímpicos”, puntualizó Bach.
No se ha facilitado ningún calendario de vacunación, ni datos sobre la cantidad de dosis o las modalidades de atribución, que podría realizarse “a través de colaboradores internacionales” o “en los países en los que existen ya colaboraciones con el gobierno chino”.
El anuncio del COI fue incluso una sorpresa para los organizadores japoneses.
“No, en absoluto. Es un tema del COI”, comentó a la prensa Toshiro Muto, director general de Tokio 2020, cuando fue preguntado si habían sido informados con antelación del asunto.
Apoyo a poblaciones locales
En el segundo día de la 137ª sesión de los Juegos, Thomas Bach se mostró de nuevo optimista sobre la disputa de los Juegos de Tokio, ya aplazados un año y previstos del 23 de julio al 8 de agosto, pese a la crisis sanitaria.
Según el patrón del COI, “un número significativo de equipos olímpicos ya han sido vacunados, conforme a sus directivas nacionales”. Rusia, Israel, Dinamarca o Hungría han anunciado por ejemplo programas sistemáticos en ese sentido
“Otro número significativo” de delegaciones “tienen un compromiso de sus gobiernos”, lo que hace prever una cobertura de vacunas importante entre los 11,000 deportistas que se esperan en julio y agosto en Japón.
La instancia, por otra parte, se comprometió a que “por cada dosis adicional” atribuida a las delegaciones olímpicas va a “comprar otras dos destinadas a la población del mismo país”, según Thomas Bach.
Thomas Bach insiste desde hace varios meses en el número de competiciones internacionales que se han organizado desde el año pasado sin que hayan desembocado en una ola de infecciones, antes incluso de que las vacunas aportaran una protección suplementaria.
Una amplia mayoría de la población japonesa sigue siendo, sin embargo, hostil a recibir los Juegos este año, cuando la propagación de variantes más contagiosas del COVID-19 prohibiendo por el momento cualquier relajación en cuanto a precauciones sanitarias.
La prensa nipona da por decidido que no se autorizará la presencia de espectadores procedentes del extranjero en los Juegos Olímpicos de Tokio, pese a que las autoridades no tienen previsto oficializar nada al respecto hasta al menos finales de este mes.
De manera más amplia, persiste la incertidumbre sobre si habrá público -japonés o no- o si el evento será a puerta cerrada.
El miércoles, Bach estimó que sería preferible tomar la decisión “lo más tarde posible” para poder integrar los últimos datos que puedan darse en mayo o junio.