Rusia dijo este jueves que abonó los pagos de la deuda que debía realizar esta semana, pero el anuncio no puso fin a la espera del que podría ser el primer impago de Moscú de un préstamo externo en más de un siglo, ya que los acreedores dijeron que aún no habían recibido los fondos.
Moscú debía pagar el miércoles US$ 117 millones en cupones de dos bonos soberanos denominados en dólares, lo que se considera la primera prueba de si cumplirá sus obligaciones tras la imposición de las sanciones occidentales.
A partir de la fecha límite del miércoles dispone de un periodo de gracia de 30 días.
Las sanciones impuestas por la invasión de Ucrania por parte de Moscú han aislado a Rusia del sistema financiero mundial y han bloqueado la mayor parte de sus reservas de oro y divisas, mientras que Moscú ha impuesto a su vez contramedidas, todo lo cual complica los pagos.
El Ministerio de Finanzas de Rusia dijo el jueves que su orden de pagar los US$ 117 millones se cumplió y que informará al mercado por separado sobre si el pago fue depositado en la cuenta del agente de pagos Citibank.
La sucursal de Citi en Londres declinó hacer comentarios, pero varios acreedores y fuentes conocedoras de la situación en Asia y Europa dijeron que los fondos aún no habían sido recibidos por los titulares de los bonos.
El Ministerio de Finanzas había previsto enviar el importe equivalente del pago de intereses en rublos si el pago en dólares no llegaba a los tenedores de bonos extranjeros, algo que, según la agencia de calificación crediticia Fitch, constituiría un impago de la deuda soberana si no se corregía en un periodo de gracia de 30 días.
Por lo general, un país paga a sus acreedores en el extranjero enviando el dinero a un banco corresponsal, que transfiere los fondos al agente pagador del título, en este caso el Citi, antes de que vaya a las cuentas de depósito de los titulares individuales a través de los pasos de liquidación para confirmar la propiedad de los activos.
El conjunto de sanciones internacionales ha suscitado dudas sobre si este tipo de transacciones complejas y de varios pasos se encontraría con dificultades, entre otras razones porque el banco central de Rusia se encuentra entre las instituciones objeto de las sanciones occidentales.
“El hecho es que desde el principio hemos dicho que Rusia tiene todos los fondos y el potencial necesarios para evitar un impago; no puede haber impagos”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en una comparecencia el jueves. “Cualquier impago que pudiera producirse tendría un carácter totalmente artificial”.
Rusia tiene 15 bonos internacionales con un valor nominal de unos US$ 40,000 millones en circulación, aproximadamente la mitad en manos de inversores internacionales.
Los pagos de cupones que vencen el 16 de marzo son los primeros de una serie de vencimientos, y otros US$ 615 millones expiran a lo largo del mes. El primer pago del principal vence el 4 de abril, con un bono de US$ 2,000 millones.
Los bonos en sí se han emitido con una mezcla de plazos y cláusulas. Los vendidos después de que Rusia se enfrentara a sanciones por su anexión de Crimea en el 014 contienen una provisión para pagos en moneda alternativa. Los que cotizan después del 2018 tienen rublos como opción de moneda alternativa.